Trump
WASHINGTON.- Así como Donald Trump avala un acuerdo arancelario diferenciado con Argentina por su estrategia política para enfrentar la ofensiva comercial de China alrededor del mundo, quebró una barrera ayer con Brasil, con la imposición de una tarifa de 50% a todas las importaciones de ese país.
El presidente de Estados Unidos considera al régimen comunista su enemigo a vencer en el siglo XXI, y la batalla arancelaria que lanzó a principios de mayo sería parte de una guerra global que ya enfrenta a Washington con Beijing. En este contexto, la sintonía ideológica y personal de Javier Milei con Trump, su condena al sistema que lidera Xi Jinping y la posible capacidad productiva de la Argentina, fueron clave para acordar un pacto diferenciado con la administración republicana.
Trump quiere que Argentina levante todas las barreras arancelarias y para arancelarias que traban las exportaciones desde Estados Unidos. En ese sentido, el canciller argentino Gerardo Werthein mantuvo un encuentro clave con Howard Lutnick -secretario de Comercio. Quedó en claro la necesidad de canales de suministros fiables. Ahora se aguarda que la Casa Blanca decida la fecha del anuncio de acuerdo que ya está definido en sus aspectos más importantes.
Arancel cero
Argentina habría cerrado un lista de 100 productos que tendrían arancel cero frente al 10 % global que anunció Trump. Así, sin contar los aranceles del 50 % para el acero y el aluminio, Argentina alcanzaría arancel cero para el 70 o el 80 % de los productos exportables a Estados Unidos.
“Brasil no ha sido bueno para nosotros, no ha sido bueno en absoluto”, había advertido Trump al ser consultado sobre el alcance de sus aranceles a ese país. Horas después, confirmó la cifra que se empezará a aplicar desde el 1° de agosto en una dura carta que le envió a Lula, en la que criticó el proceso judicial que enfrenta el expresidente Jair Bolsonaro.
Como consecuencia de los gravámenes -lo más altos anunciados hasta ahora por Trump en su ronda de misivas-, el dólar subió más del 2% frente el real brasileño.









