Por Micaela Pinna Otero
10 Julio 2025
DAÑOS. Los ladrones causaron un perjuicio de alrededor de $2 millones. ARCHIVO LA GACETA
Un ladrón fue condenado a tres años y dos meses de prisión por haber amenazado de muerte con una pistola y asaltado a los dueños de una distribuidora en Villa 9 de Julio, causándoles un perjuicio económico de alrededor de $2.000.000.
El episodio tuvo lugar el 21 de octubre de 2024 a la siesta. Lourdes se encontraba junto a su esposo Fabián y su hija menor de edad P.F.C trabajando en su distribuidora de alimentos, ubicada en la intersección del pasaje Ortega y Gasset 22, al noreste de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Alrededor de las 15 fueron sorprendidos por Jorge Marcelo González (42 años) y otro sujeto aún no identificado, quienes llegaron al local a bordo de una motocicleta Yamaha YBR negra y con barbijos tapando sus rostros.
Una vez adentro redujeron a las víctimas a punta de pistola y, mediante amenazas de muerte, les sustrajeron aproximadamente $1.500.000, una notebook, tres teléfonos celulares, agendas con anotaciones, una cartera con documentación personal, una mochila y sus billeteras.
Una vez que se apoderaron de las pertenencias ambos ladrones, bajo amenazas, escaparon de la escena del crimen conduciendo su motocicleta y dejaron en el lugar el barbijo que usaba González, un balde de albañil y un casco.
Investigación
Rápidamente las víctimas realizaron la denuncia correspondiente en la Policía. Un equipo de la División de Robos y Hurtos, siguiendo las instrucciones del sub comisario Oscar Llanos, comenzó las tareas investigativas para intentar identificar a los autores del asalto. Tras analizar cámaras de seguridad, hablar con los vecinos y testigos dieron con González, a quien descubrieron que se apodaba “el Matiau”, y solicitaron una orden de aprehensión.
Al tener datos concretos, el pasado 14 de febrero realizaron despliegues preventivos por la zona que frecuentaban los responsables del delito, dando con González en la avenida Martín Berho al 200. El sospechoso intentó darse a la fuga al momento de advertir la presencia policial, sin lograr su objetivo, ya que fue rápidamente interceptado y reducido y puesto a disposición de la Justicia.
Juicio abreviado
La causa pasó a manos de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos IV, que dirige Diego Hevia. Antes de cumplirse las 48 horas de su aprehensión, le formularon cargos en su contra y lo imputaron como coautor del delito de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse de ningún modo por acreditada. Según la hipótesis fiscal, González junto a su cómplice, planificaron previamente el asalto y se distribuyeron las tareas y roles que cada uno llevaría a cabo al momento del ilícito. En dicha audiencia también se le dictaron medidas de coerción para cautelar el proceso, teniendo en cuenta que su cómplice continuaba prófugo.
Cuatro meses después, se realizó una nueva audiencia pero esta vez para presentar un acuerdo de juicio abreviado al que arribaron el Ministerio Público Fiscal, las víctimas, el imputado y su defensor, Pablo Martín Cuello. Allí el auxiliar de fiscal, Rogelio Rodríguez del Busto expuso la teoría del caso junto con las evidencias recolectadas, la calificación legal e informó que la pretensión punitiva era de tres años y dos meses de prisión efectiva. Además informó que continúan buscando al segundo delincuente.
Al finalizar su alocución el juez Sebastián Mardiza le explicó a González en qué consistía el convenio y le consultó si compartía la acusación endilgada por el representante del MPF. El imputado prefirió no prestar declaración y se limitó únicamente a admitir su responsabilidad en el hecho.
Al no haber ninguna objeción de ninguna de las partes, el magistrado resolvió homologar el juicio abreviado y condenar a tres años y dos meses de prisión efectiva, ordenando su inmediato traslado al Servicio Penitenciario.
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