12 Julio 2025
En un mundo donde el celular se volvió una extensión del cuerpo humano, garantizar su buen funcionamiento es una necesidad cotidiana. Más allá del estado físico del equipo o de las actualizaciones de software, la batería es un factor determinante en el rendimiento general del dispositivo.
Con el paso del tiempo, es habitual que los usuarios noten una disminución en la autonomía de su teléfono, incluso sin un uso intensivo.
Esta pérdida de rendimiento, en muchos casos, está directamente relacionada con hábitos de carga inadecuados que afectan a las baterías de iones de litio, presentes en la mayoría de los smartphones actuales.
El error de cargar al 100% o agotar al máximo
Especialistas en tecnología coinciden en una recomendación fundamental: no se debe cargar el celular hasta el 100% ni dejar que la batería baje del 15%. Lo ideal es mantener el dispositivo en un rango de carga más restringido para conservar la salud de la batería.
Según distintos informes técnicos, el rango óptimo de carga oscila entre el 20% y el 80%. Este margen no solo reduce el desgaste de las celdas internas, sino que también evita el sobrecalentamiento y daños en el sistema de carga.
¿Por qué es perjudicial cargarlo al 100%? Porque ese tramo final de carga exige más esfuerzo al sistema y genera una mayor acumulación de calor, factores que aceleran el desgaste. En sentido contrario, dejar que el celular se apague o llegue a niveles por debajo del 15% también puede ser riesgoso, ya que las baterías de litio no están diseñadas para operar durante mucho tiempo con tan poca energía.
Cómo cuidar la batería del celular
Para mantener en buen estado la batería y prolongar su vida útil, los expertos sugieren seguir estas buenas prácticas:
- Realizar cargas parciales: conectar el dispositivo cuando llega al 20% y desconectarlo al alcanzar el 80%.
- Evitar temperaturas extremas: tanto el calor como el frío pueden deteriorar la capacidad de carga de manera significativa.
- Usar cargadores originales o certificados: estos dispositivos garantizan una carga más estable y segura, evitando sobrecargas o fluctuaciones que dañen la batería.
Incorporar estos hábitos no solo mejora la autonomía diaria del teléfono, sino que también puede evitar la necesidad de reemplazar la batería prematuramente. Una batería bien cuidada es sinónimo de un celular más eficiente y duradero.
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