Impacto del decreto de Sturzenegger en Tucumán: prevén 75 despidos en el INTA y centralización en Buenos Aires

La reforma del organismo elimina la participación de universidades y del sector científico en la toma de decisiones, y amenaza con desmantelar la extensión rural en la provincia.

INTA. INTA.

En Tucumán crece la preocupación por las consecuencias que tendría en el sistema productivo regional el Decreto Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), impulsado por el ministro de Desregulación Nacional, Federico Sturzenegger, que establece la intervención y reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Este instrumento le permite al gobierno libertario avanzar en la injerencia, la eliminación de la autarquía institucional, la aplicación de recortes y la centralización en Buenos Aires de las decisiones referidas al NOA.

Según advirtieron entidades agropecuarias, instituciones académicas y referentes del organismo en todo el país, la iniciativa modificará la gobernanza institucional y eliminará la participación de las universidades y del sector científico-tecnológico en la política y planes del organismo a nivel nacional. En la provincia, principalmente, quedarían excluidas las casas de altos estudios locales y se eliminaría la extensión rural, lo que llevaría a la cesantía de unos 75 empleados.

En Santiago del Estero, las medidas de Sturzenegger contemplarían el despido de 60 personas, en una provincia de enorme extensión.

En el Centro Regional Tucumán– Santiago del Estero alertaron que esas reformas llevarían al desmantelamiento y el debilitamiento del modelo productivo actual, al que consideraron eficaz, basado en el conocimiento, la innovación y la sostenibilidad.

“Se ha propuesto un cambio radical en la gestión del INTA. El poder se centraliza a través de un 'súper presidente'. Será una gestión unipersonal, y el Consejo Directivo -que es un cuerpo colegiado- pasará a ser sólo consultivo. Se elimina la representación de las universidades y de CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola)”, explicó el director del Centro Regional, Luis Erazzú.

El trabajo del INTA en Tucumán

“El impacto será crítico”, señalaron en el Centro Regional. El INTA cuenta en el territorio tucumano con distintos programas y acciones apuntadas al azúcar, limón, frutilla y lechería, entre otros sectores.

- Ha desarrollado variedades de caña de azúcar de alto rendimiento.

- Asiste a las cooperativas cañeras para el desarrollo tecnológico.

- Diversificación productiva en Monteros, Simoca y Leales.

- Desarrollo tecnológico para la producción de frutilla en Lules.

- Fortalecimiento de la cuenta lechera en Trancas.

- Producción y certificación de semillas cítricas.

- Apoyo al desarrollo de la actividad porcina con valor agregado en Graneros y La Cocha.

- Disminución del impacto ambiental en la producción de tabaco en La Cocha y Juan Bautista Alberdi.

- Desarrollo de alternativas de diversificación: stevia, quinua, pecán, pimentón, forestales, cáñamo y cannabis medicinal.

- Agregado de valor y buenas prácticas en miel (miel de azahar de limón).

- Acompañamiento a la provincia en la declaración de las emergencias agropecuarias.

- Validación de tecnologías de manejo sostenible (cosechadora de caña verde, sistema de alerta sanitaria para papa y empleo de insectos benéficos y controladores de plagas).

- Innovación con agricultura de precisión: drones, sensores inteligentes y aplicaciones de Inteligencia Artificial.

- Acciones integrales frente a emergencias sanitarias (achaparramiento del maíz –chicharrita- y amarillamiento del tabaco).

- Promoción de la agroecología y el agregado de valor, que incluyó el trabajo con más de 180 organizaciones sociales, ferias populares y gobiernos locales.

Argumentos

Federico Sturzenegger explicó que el decreto pone al INTA bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. La principal modificación es el reemplazo de su anterior dirección colegiada por un presidente designado por la administración libertaria, quien será asistido por un Consejo Técnico ad honorem que representará a los productores y definirá los lineamientos científicos-técnicos.

El ministro libertario volvió a sostener en sus fundamentos que el Instituto, con fuerte presencia en las provincias del NOA y NEA, tiene una "estructura sobredimensionada y opaca". De acuerdo con su versión, hay 6.059 empleados, 2.403 vehículos, 1.611 celulares, 932 cargos jerárquicos y 450 sedes. Criticó su gasto anual de $224.000 millones y la asignación de recursos de $411.000 millones. 

El economista también puso el foco en las tierras que posee el INTA en distintas partes del país: 110.000 hectáreas. De esa extensión, según su argumentación, solo 45.000 ha se utilizan para experimentación con fines comerciales.

"La venta de terrenos, como uno de los objetivos del Gobierno nacional, es otra amenaza", advirtió Erazzú, que coincidió con las previsiones de muchos sectores del agro.

Contra el argumento oficial

La Comisión de Agricultura y Ganadería, que preside Atilio Benedetti (UCR), concretó una reunión informativa el 11 de junio pasado en la Cámara de Diputados nacional. Allí se escucharon voces del sector agropecuario, profesionales y especialistas en defensa del rol del INTA. En Tucumán, no hubo pronunciamientos públicos del campo hasta el momento.

En la reunión, se escuchó a la presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Lucía Sarnari, quien dijo que “estamos dispuestos a trabajar en una modernización del Instituto, que tenga una planificación agropecuaria pensada para el país y el mundo”.

“El INTA significa territorialidad, federalismo, más allá de la investigación y de la ciencia”, evaluó Sarnari. “Es el lugar donde conseguimos información, formación, capacitación, y podemos mejorar nuestra eficiencia y seguir siendo productores”, agregó.

“No es menor el rol del INTA en virtud de cómo se desarrolla la producción agropecuaria, es un espacio de articulación y diálogo institucional, quitarle la autarquía es quitarle el corazón”, concluyó.

En el mismo sentido, los representantes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro, profesionales veterinarios y especialistas que participaron de la reunión, coincidieron en “la necesidad de una reestructuración del INTA”, pero “manteniendo la gobernanza, la autarquía y los centros regionales” del Instituto.

Ariel Pereda, entonces director nacional del INTA, expresó “preocupación” porque el Instituto “es una herramienta imprescindible para la producción y la competitividad del país”. “Somos un actor clave en la producción de alimentos, unos de los bienes más preciados en la economía mundial”, destacó Pereda.

“Estamos muy de acuerdo en modernizar el INTA, pero queremos que sea un proceso dialogado, racional y con perspectiva federal, que incluya la representación de los productores”, concluyó.

Participaron del encuentro Javier Rotondo, vicepresidente de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas); Sergio Mergarejo, vocal del consejo directivo del INTA en representación de CRA; Patricia Luke, consejera nacional en Coninagro; médico veterinario Guillermo Bernardes, vocal del consejo directivo del INTA en representación de las Facultades De Ciencias Veterinarias; Néstor Urretabizkaya, Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Lomas de Zamora; y los presidentes del Consejo del Centro Regional de Corrientes, Patagonia Norte, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, entre otros.

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