Bautista Dadín.
Bautista Dadín es un futbolista de la categoría 2006 que ha captado la atención en River, consolidándose como una de sus mayores promesas. A pesar de no haber debutado profesionalmente, su potencial llevó al club a asegurar su futuro de una manera sin precedentes: firmó su primer contrato profesional hasta diciembre de 2028 y tiene una cláusula de rescisión de 100 millones de dólares, la más alta del fútbol argentino.
Dadín es un delantero zurdo, aunque maneja con solvencia su pierna derecha, al punto de ser considerado ambidiestro: ya convirtió cuatro goles con su pierna inhábil. Su estilo de juego recuerda al de Julián Álvarez. De hecho, ha declarado que siempre lo tomó como referente y que su forma de jugar se asemeja a la del cordobés. Es un atacante intenso, que presiona con voracidad y se asocia constantemente con los volantes.
Si bien sabe jugar de espaldas, su mejor versión aparece de frente al arco, con visión panorámica y capacidad de lectura. Su punto fuerte es la definición: tiene un repertorio amplio y muestra frialdad en los mano a mano. Además, destaca por su velocidad y por una conducción rápida y precisa en los contragolpes.
Aunque es un “9” por naturaleza, no tendría inconvenientes en compartir el frente de ataque con delanteros de perfil asociativo como Facundo Colidio, o incluso con Sebastián Driussi (una vez recuperado de su lesión). En cambio, junto a Miguel Borja debería adoptar un rol más secundario, retrocediendo algunos metros para colaborar en la construcción.
Oriundo de Balcarce, Dadín llegó a River en 2017 tras una prueba, luego de destacarse en Los Patos Fútbol Club, de la Liga de Mar del Plata. En Quinta División demostró su voracidad goleadora al marcar siete goles en seis partidos. Debutó en Reserva en febrero de 2025 y, hasta el momento, acumula siete goles y cuatro asistencias en 15 partidos bajo la conducción de Marcelo Escudero.
Su gran actuación en el Superclásico de Reserva frente a Boca -con un gol y una asistencia- le valió un lugar en la lista que armó Marcelo Gallardo para disputar el Mundial de Clubes. Aunque no llegó a debutar, la experiencia le sirvió para foguearse en un entorno de alto rendimiento.







