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Debido a las inusuales bajas temperaturas que azotan a Tucumán, el Gobierno tomó la decisión de suspender las clases por dos días. El ministro de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, consideró este martes que la medida impulsada por el gobernador, Osvaldo Jaldo, fue “no solamente acertada, sino también oportuna”.
“La decisión se tomó pensando en proteger no solamente la salud, sino también la vida de los niños”, remarcó el funcionario, quien además explicó los riesgos concretos que implican estas condiciones climáticas extremas para ciertos grupos de la población.
Según detalló Medina Ruiz, tanto los niños pequeños como los adultos mayores son especialmente vulnerables a las bajas temperaturas debido a que “no tienen capacidad de termoregular la temperatura corporal”. Estar expuestos a valores por debajo de los 10 grados, agregó, “expone a un descenso de temperatura corporal y eso pone en riesgo la vida”.
El ministro advirtió también sobre la gravedad de las alertas meteorológicas vigentes: “Cuando hay alerta amarilla o roja, tanto por ola de calor como por ola polar, hay un riesgo de vida real para las personas”.
En cuanto a la asistencia a las escuelas, señaló que implica una serie de factores de exposición: “Hay que subir a un transporte escolar o un transporte público, esperar en la parada o subir a una moto; todas son condiciones de riesgo aumentado para alguien que supuestamente está sano”.






