Personas vulnerables, la “carne de cañón” de los narcos

Detuvieron a otros tres “capsuleros” que transportaban tres kilos de cocaína. Los nuevos sistemas que utilizan los traficantes. Reciben pagos en dólares y promesas de ayuda económica si son detenidos.

PELIGRO. Especialista sostienen que esta modalidad delictiva, la de ingerir la droga, representa un riesgo alto para la salud de las personas involucradas. PELIGRO. Especialista sostienen que esta modalidad delictiva, la de ingerir la droga, representa un riesgo alto para la salud de las personas involucradas. ARCHIVO

Los especialistas sostienen que los narcos siguen reclutando personas vulnerables para transportar drogas y así evitar ser descubiertos. Por ejemplo, en menos de una semana, personal de Gendarmería detuvo a cinco ciudadanos que transportaban más de cinco kilos de cocaína en el interior de sus cuerpos. Este método es conocido como “capsuleros” y en lo que va del año se descubrieron más casos que todo el año pasado.

El último procedimiento se concretó el fin de semana en nuestra provincia. En el puesto de control de Molle Yaco demoraron a tres hombres que habían ingresado al país por un paso fronterizo de Jujuy. En esa provincia abordaron un micro de línea que tenía como destino San Juan. Los sospechosos fueron trasladados hacia un centro asistencial. Allí, a través de placas radiográficas, confirmaron que habían consumido 235 cápsulas de cocaína. Terminaron evacuando tres kilos de cocaína.

Días antes, en un procedimiento concretado en Rapelli, Santiago del Estero, los gendarmes demoraron a dos “capsuleros” bolivianos que se trasladaban en un micro de obreros golondrina que habían partido desde Jujuy y tenía como destino Buenos Aires. En total, según confirmaron fuentes judiciales, eliminaron dos kilos de cocaína.

Según registros oficiales, en lo que va de 2025 ya se decomisaron 34 kilos de cocaína transportados en cuerpos humanos. En el mismo período del año anterior, no se había registrado ningún decomiso de estas características. Los envíos provenían de La Quiaca (seis envíos), Bolivia (tres), Orán (dos) y Salvador Mazza (uno), y tenían como destino Buenos Aires, Mendoza, Salta, Jujuy y Santiago del Estero.

Fuentes de las diferentes fuerzas estimaron que los “capsuleros” recibirían una paga de entre U$S400 y U$S600 dólares, dependiendo la cantidad de sustancia que ingieren y el destino de la droga. Vale la pena aclarar que en la frontera, el valor de la cocaína llega a los U$S3.500. En el acuerdo, también figura la asistencia legal y ayuda económica para su familia si es que llegan a ser detenidos. Pero esas promesas muchas veces no se cumplen.

Un peligro para la salud

El médico toxicólogo, Alfredo Córdoba, informó que las cápsulas pueden ser preparadas con materiales como el celofán, plásticos o látex, especialmente preservativos; y cada bolsita puede contener alrededor de 0,5 y 10 gramos de cocaína. “Dependiendo del número de envases, cada “mula” puede transportar entre 500 y 1.000 gramos, es decir, entre medio kilo y 1 kg de droga en total”, indicó.

Para poder almacenar las cápsulas en su organismo, los narcotraficantes suelen administrar fármacos a las “mulas” que pueden provocar constipación o paralizar el intestino, lo que permite un tiempo mayor hasta la evacuación. “El método de expulsión es una defecación común. Puede haber una hidratación abundante y el consumo de sustancias para poder acelerar el tránsito. Se usan mucho los purgantes para acelerar y eliminar los productos”.

El profesional advirtió que esta modalidad delictiva representa un riesgo alto para la salud de las personas involucradas. “Si se produce la ruptura de los envases de cocaína dentro del organismo, esto puede provocar un infarto intestinal mesentérico, que es un cuadro sumamente mortal y rápido. Lo otro que puede ocurrir es una obstrucción mecánica del tracto gastrointestinal que obliga a una intervención quirúrgica urgente”.

Además señaló que basta con que se rompa una sola cápsula para comprometer la vida de una persona. “Tampoco hay que olvidar las filtraciones que puede dar pequeñas cantidades de cocaína al torrente sanguíneo que puede dar algún síntoma de intoxicación o excitación”, aclaró.

Otros recursos utilizados

Los narcos siempre están ideando la manera de trasladar la droga sin ser descubiertos. En el último mes los pesquisas descubrieron que los contingentes de obreros golondrinas también son utilizados para transportar cocaína. A fines de mayo, en Molle Yaco, los gendarmes descubrieron que un supuesto trabajador rural transportaba 12 kilos de cocaína embutidos en dos matafuegos en un micro que tenía como destino Mendoza.

Hace una semana, en Rapelli, en el mismo micro que viajaban los dos capsuleros detenidos, los gendarmes descubrieron que otros dos hombres ocultaron en una frazada 45 kilos de cocaína. Según fuentes judiciales, estas personas podrían haber recibido hasta U$S1.000 por llevar el estupefaciente. “Ese monto no parece alto, pero sí se tiene en cuenta que es imposible que reciban una paga mensual en donde realizarán los trabajos rurales”, explicó una fuente de Gendarmería.

Pese a las bajas temperaturas registradas en la última quincena, gendarmes descubrieron dos casos de personas que cruzaron a nado el río Bermejo con mochilas cargadas con cocaína. En los dos procedimientos secuestraron 44 kilos de ese estupefaciente. En la frontera estiman que a lo máximo podrían recibir hasta U$S500 por pasar la droga del país vecino.

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