FESTEJO DE GOL. Juan Cuevas celebra la apertura del marcador en La Ciudadela. Foto de Osvaldo Ripoll/LA GACETA.
“El hincha tiene que volver porque es hincha, es así. Hace más de 40 años que voy a la cancha de San Martín. Nos duele cuando no se dan los resultados y hacemos lo imposible para que la gente se vuelva contenta. A veces no se puede, pero seguiremos insistiendo. Nada es mejor para nosotros que ver a nuestra gente apoyando y alentando”, soltó Ariel Martos en la previa contra Patronato sin rodeos y con el corazón en la mano. No fue una queja ni un reproche: fue un mensaje directo a quienes saben lo que es vivir un partido en La Ciudadela.
El plantel “santo” también siente el golpe y no lo esconde. Saben que el torneo pasado caló hondo en la gente y que algo se rompió. El recambio de nombres a comienzos de año no fue suficiente para recuperar por completo la confianza, pero también sienten que el momento pide otra actitud: el equipo volvió a la cima y dio señales claras de que está para dar pelea.
La campaña, sin embargo, muestra una doble cara. En casa, los números no reflejan todo el potencial del equipo. En nueve partidos como local, el “Santo” ganó tres, empató cinco y perdió uno -contra San Miguel-, una efectividad del 51,85%. Eso lo ubica 15° en la tabla de localía, con 14 puntos. Lejos de casa, en cambio, es otra historia. San Martín es el mejor visitante del torneo: diez partidos jugados, seis triunfos, tres empates y solo una caída, frente a Atlanta, el otro líder de la zona A.
La Ciudadela, ese bastión que tantas veces fue un infierno para los rivales, hoy ya no se impone en su totalidad y adentro de la cancha, los jugadores lo perciben.
“Lo que pasó el año pasado hay que olvidarlo. Tenemos que dar vuelta la página. Hoy en día contamos con un gran plantel y grandes jugadores. Hay que seguir por la misma senda: el esfuerzo, la entrega y el juego en equipo”, expresó Juan Cuevas, que ya convirtió cuatro goles en el torneo y se convirtió en símbolo de este nuevo ciclo.
El volante, que volvería a ser titular, ya se había mencionado al respecto tras la igualdad contra Almagro en este escenario. “Estamos en deuda con el hincha, no estamos sacando triunfos de local. Igualmente, la gente nos aplaudió cuando terminó el partido y eso lo valoramos mucho”, dijo el “10”.
Pero no es el único que lo siente. Desde el arco, con liderazgo y carácter, Darío Sand también alzó la voz tras el triunfo contra Ferro. “Ahora el desafío está de local. Somos conscientes de que en casa nos está costando. Trabajaremos en la semana para volver a hacer de La Ciudadela una fortaleza. Ese es nuestro objetivo”, dijo el capitán, con el mismo tono con el que ordena desde el fondo.
“El rival a vencer somos nosotros mismos. Dimos un paso hacia adelante con Ferro. Hay que sostener lo que venimos haciendo, confiar en el trabajo, en el grupo y estar tranquilos. Por ahí de local nos falta un poco de eso: tranquilidad, confiar en nosotros y hacer un buen partido”, reflexionó Gabriel Hachen, quien se ganó un lugar como titular y quiere sostenerlo.
Con su habitual frontalidad, el volante no dudó en señalar cuál es el mayor obstáculo y redobló la apuesta. “Tenemos un gran plantel. Hay que estar tranquilos y vamos a salir adelante, más de local, que es lo que estamos buscando”, aseguró.
El clima se percibe y se habla en voz baja. Por eso, Franco García no pudo evitar referirse al ambiente que se vive en La Ciudadela.
"Sorprendió un poco", aseguró Franco García
“Sabemos que estamos en deuda con la gente, sobre todo de local. Sabemos que tenemos que ganar”, reconoció con honestidad “Wachi” García. “Uno lo ve desde adentro… Nosotros, que somos nuevos, sabemos que de local siempre se juega a cancha llena, y sorprendió un poco. Eso capaz que fue porque los resultados no se vienen dando, sobre todo en casa”, pensó el delantero, que buscó soluciones a esta situación.
“Debemos ser contundentes en las ocasiones que venimos teniendo… Nos viene faltando efectividad. Porque la oportunidad de goles están, y eso nos viene costando caro”, cerró el cordobés.
En San Martín lo tienen claro: este equipo puede dar más. El liderazgo en la tabla y la solidez como visitante son señales. Pero para que el sueño se sostenga, falta un último ingrediente: que el hincha acompañe con ese apoyo incondicional que solía brindar en La Ciudadela.






