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En el último tiempo, las redes sociales se convirtieron en terreno fértil para la circulación de mensajes que ponen en duda la necesidad de controlar el colesterol y, en particular, el uso de medicamentos como las estatinas. Frente a esta tendencia, la Federación Argentina de Cardiología (FAC), a través de su Comité de Obesidad y Diabetes, salió a desmentir mitos y aclarar conceptos sobre un tema clave para la salud cardiovascular.
En la FAC enfatizan que las decisiones médicas deben ser siempre personalizadas y tomadas por profesionales de la salud, más aún en un país donde el 72% de la población se automedica, según un estudio de Ipsos realizado en noviembre de 2024. La investigación, que abarcó 31 países, ubicó a la Argentina en el cuarto puesto en niveles de automedicación, detrás de Brasil (75%) y por encima del promedio mundial (59%).
“La receta no es un posteo”
“El acto de recetar un fármaco es ético y clínico. No se puede alentar o desalentar su uso a través de un reel o un posteo”, afirmó José Silveyra (MN 118.085), médico cardiólogo, presidente del Comité y miembro de la FAC. “Cada tratamiento responde a un análisis específico del estado de salud de cada persona”, añadió.
Uno de los tratamientos más discutidos en redes es el uso de estatinas, medicamentos que reducen la síntesis de colesterol en el hígado y ayudan a disminuir los niveles de LDL (conocido como "colesterol malo"). A su vez, pueden elevar levemente los niveles de HDL (el "colesterol bueno"). Este enfoque farmacológico ha demostrado reducir el riesgo de infartos, ACV y otros eventos cardiovasculares, además de mejorar la expectativa de vida.
¿Cuándo se indican las estatinas?
Las estatinas más utilizadas son la atorvastatina, rosuvastatina y simvastatina. Silveyra explicó que en pacientes con antecedentes de enfermedades cardiovasculares, el tratamiento suele iniciarse con dosis altas. En cambio, en personas sin enfermedad ateroesclerótica establecida, pero con factores de riesgo, pueden utilizarse dosis menores.
Cuando no hay enfermedades previas ni factores de riesgo, la indicación dependerá de los valores iniciales del perfil lipídico y de otros estudios complementarios. Pero siempre será el profesional quien defina la mejor estrategia, que puede incluir o no tratamiento farmacológico.
Acompañar el uso de estatinas con una alimentación saludable (baja en grasas, sin ultraprocesados ni sal agregada), actividad física regular, evitar el consumo excesivo de alcohol y no fumar, es clave para prevenir enfermedades cardiovasculares.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es un tipo de lípido esencial para el funcionamiento del cuerpo. Se transporta por la sangre unido a proteínas y se clasifica principalmente en dos tipos: LDL (colesterol "malo") y HDL (colesterol "bueno").
El LDL, en exceso, se acumula en las paredes arteriales y contribuye al desarrollo de ateroesclerosis, lo que puede derivar en infartos, ACV y otras enfermedades vasculares. El HDL, en cambio, colabora en la eliminación del colesterol, reduciendo el riesgo de depósitos en las arterias. También se analiza el nivel de triglicéridos, otra grasa en sangre que puede afectar la salud cardiovascular.
Niveles recomendados
- El objetivo del tratamiento es reducir el colesterol LDL. Los valores ideales varían según el estado clínico de cada persona:
- Pacientes con enfermedad ateroesclerótica o antecedentes cardiovasculares: se recomiendan niveles inferiores a 55 mg/dL.
- Personas con factores de riesgo (diabetes, hipertensión, edad avanzada): los valores deseables son inferiores a 70 o 100 mg/dL.
- Individuos sin enfermedad ni factores de riesgo: los niveles aceptables pueden ser inferiores a 130 mg/dL, aunque esto se evalúa caso por caso.







