La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Aunque fue el único cuerpo del Sistema Solar que fue pisado por el hombre hay muchas dudas respecto a su origen y composición.
Como casi todos los cuerpos del cielo no se pudieron observar cuando se formaron. Para explicar su origen y su evolución se hacen modelos que deben reproducir lo que se observa en el presente. Generalmente hay numerosos modelos y a medida que hay mejores forma de observación algunos se descartan. Este es el caso de la Luna y en la actualidad hay varios modelos, algunos más aceptados que otros. Unos suponen que fue capturada por la Tierra, otros que es un desprendimiento y otros más que fueron descartados.
Los modelos de captura suponen que la Luna era un cuerpo formado que al acercarse a la Tierra fue captada por la fuerza gravitatoria y comenzó a girar alrededor de ella. La Luna no tiene exactamente la misma composición que la Tierra, lo que hace pensar que estos modelos son aceptables. Si fuese una captura debería seguir acercándose a la Tierra y no alejándose, como es lo que se observa. Hay cosas que los hacen aceptables y otras que no.
Los modelos más aceptados son los que proponen que la Tierra, cuando estaba formándose, fue impactada por uno o varios objetos y se produjo un desprendimiento de material que formó la Luna. Ese material habría sido contaminado por el objeto que produjo el impacto, por eso la composición de ambas no es la misma.
La geología de la Luna comenzó a conocerse más cuando los vuelos tripulados pudieron traer rocas lunares para ser estudiadas en la Tierra. Más tarde algunos vuelos no tripulados también trajeron muestras de la Luna. Aunque esto permitió conocer su superficie, aun no se conoce su interior. Se cree que el núcleo es denso, formado fundamentalmente de hierro. Tiene un manto y una corteza. Su composición es parecida a la de la Tierra, pero no exactamente igual, como se dijo.
La superficie es muy diferente a todo lo conocido. Cuando los astronautas la pisaron dejaron huellas, lo que indica que no es rígida. La superficie está cubierta por un material llamado regolito. Su espesor varía entre dos y algunas decenas de metros, está formado por roca pulverizada y minerales. Son partículas muy pequeñas. Algunas tienen carga eléctrica y por efecto del viento solar se encuentran en suspensión. Se adhiere a los trajes de los astronautas y por su composición podría ser peligrosa para el ser humano y para los instrumentos.
El regolito es un material abundante en la Luna y se está analizando la posibilidad de usarlo para construcciones. También se está experimentando el cultivo de plantas. Las semillas germinan en corto tiempo, pero las plantas se desarrollan de una manera muy diferente, probablemente debido a la falta de nutrientes. Estos experimentos se están haciendo en la Tierra, y aunque hay simuladores que tratan de reproducir las condiciones ambientales de la Luna, luego habrá que repetirlos allá.
