El consumo de alimentos ultraprocesados crece año tras año en el mundo y Argentina no es la excepción. Desde galletitas hasta embutidos, pasando por snacks, golosinas y bebidas azucaradas, estos productos llenan las góndolas de los supermercados y representan una parte importante de la dieta diaria de millones de personas. Sin embargo, su impacto en la salud genera cada vez más preocupación entre especialistas en nutrición, salud pública y organismos internacionales.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
Según la clasificación NOVA, desarrollada por investigadores de la Universidad de São Paulo y adoptada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los ultraprocesados son productos industriales elaborados a partir de ingredientes refinados, aditivos y sustancias extraídas o sintetizadas a partir de alimentos. Estos productos no son simples alimentos modificados: son fórmulas químicas diseñadas para ser irresistibles, de bajo costo y larga duración.
Ejemplos típicos incluyen:
Bebidas azucaradas y energéticas
Galletitas y snacks empaquetados
Comidas listas para calentar
Embutidos industriales
Helados y postres ultracongelados
Productos de panadería industrial como facturas o pan lactal con larga vida útil
¿Por qué son peligrosos para la salud?
Diversos estudios científicos alertan sobre las consecuencias de un consumo elevado de ultraprocesados. Un informe publicado en The British Medical Journal en 2023, que analizó a más de 200.000 adultos durante una década, reveló que quienes consumían mayor cantidad de estos productos presentaban un 29% más de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y un 39% más de riesgo de muerte prematura por cualquier causa.
En Argentina, según datos de la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2023), más del 60% de la población consume productos ultraprocesados de manera regular, mientras que solo un 15% alcanza la recomendación mínima diaria de frutas y verduras.
Los principales riesgos asociados incluyen:
Obesidad
Diabetes tipo 2
Enfermedades cardiovasculares
Algunos tipos de cáncer
Trastornos metabólicos
Enfermedades neurodegenerativas (según investigaciones preliminares)
¿Cómo identificarlos en las góndolas?
La ley de Etiquetado Frontal de Alimentos (Ley 27.642), vigente en Argentina desde 2022, obliga a los productos ultraprocesados a exhibir sellos negros en su envase si superan ciertos límites de calorías, azúcares, grasas saturadas o sodio.
Para identificarlos fácilmente:
Observá los sellos negros: Si el envase tiene uno o más sellos ("Alto en azúcares", "Alto en grasas saturadas", etc.), es probable que sea ultraprocesado.
Leé la lista de ingredientes: Si incluye muchos aditivos, conservantes, saborizantes artificiales, jarabes de maíz o grasas hidrogenadas, es ultraprocesado.
Evitá productos con ingredientes que no reconocerías en una cocina casera: Como glutamato monosódico, maltodextrina o colorantes artificiales.
¿Se pueden consumir con moderación?
Especialistas como la nutricionista Valeria del Campo, miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición, recomiendan reducir al máximo el consumo de estos productos y privilegiar alimentos frescos, mínimamente procesados y preparados en casa. “No se trata de prohibirlos totalmente, pero sí de entender que su consumo diario y habitual aumenta riesgos graves para la salud”, advierte.
Alternativas saludables
Frutas y verduras frescas
Legumbres
Frutos secos sin sal ni azúcar añadida
Carnes y pescados frescos
Aceite de oliva o de girasol alto oleico
Lácteos sin aditivos (como yogur natural).