16 Junio 2025
Apenas unos días después del cimbronazo emocional que significó perder la final de Roland Garros ante Carlos Alcaraz, Jannik Sinner reapareció en el circuito con un objetivo claro: pasar página, reencontrarse con su mejor tenis y recuperar la confianza. El italiano, actual número uno del ranking mundial, debutará esta semana en el ATP 500 de Halle, en Alemania, un torneo que ya ganó en 2024 y que le trae buenos recuerdos.
La final perdida en París todavía retumba en la cabeza de Sinner. No lo oculta. En diálogo con Tennis TV, fue directo: “Ha sido una derrota muy dura, la verdad. Todavía pienso en esos puntos. Sé que no acabará ahí, pero iniciar un nuevo torneo me ayudará a volver a un ritmo competitivo”.
El impacto emocional fue profundo. El italiano llegó a tener tres puntos de campeonato en la final del Grand Slam parisino. “A menudo lamento esos puntos. Sucede. No sé cómo será en el futuro. Intento olvidar las cosas negativas y centrarme en lo que puedo hacer aquí”, reflexionó en la previa del torneo sobre césped, donde debutará ante su compatriota Yannick Hanfmann.
Más allá del resultado, Sinner valora lo vivido como un punto de inflexión. “Puedes ver la parte negativa, pero también hay una positiva. Nunca había jugado así en tierra. Alcancé la final en Roma y luego en Roland Garros. Fue increíble. El nivel al que jugamos Carlos y yo fue extremadamente alto. Estoy feliz de ser parte de eso”, reconoció con madurez.
Después de París, Sinner eligió refugiarse en lo más íntimo. Su familia y sus amigos fueron un sostén clave. “Estuve muy relajado. Hicimos una barbacoa, jugamos al ping-pong, cosas normales. Me gusta volver a casa cuando hay mucho ajetreo. Me siento seguro ahí. Ellos me conocen muy bien”, contó. “Ya he pasado algunas noches sin dormir, pero cada día va mejor. El tenis es importante, pero mi familia y mis amigos lo son aún más”, agregó.
En Halle, el italiano busca darle continuidad a su evolución sobre césped, una superficie en la que en el último año dio un salto de calidad. “Es positivo jugar otro torneo. Cada partido es un nuevo comienzo. Debo estar mentalmente preparado para darlo todo en la pista”, expresó. En 2024, se consagró en esta misma competencia y sueña con repetir, como paso previo a Wimbledon.
La adaptación, claro, no es automática. “La primera sesión de entrenamiento fue buena. No había jugado desde París, así que mis sensaciones no eran perfectas, pero creo que hoy irá mejor”, dijo Sinner. Y explicó qué se necesita para rendir en césped: “Un buen jugador se mueve bien. La pelota puede botar raro y hay que sacar con inteligencia. Es una superficie en la que di un paso adelante el año pasado. Veremos cómo va este”.
La historia del número uno del mundo continúa escribiéndose entre emociones intensas, derrotas duras y aprendizajes. Halle aparece como el nuevo escenario donde buscará reconstruirse, competir y volver a disfrutar del juego.
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