Murió Juan Manuel Abal Medina, uno de los colaboradores más cercanos de Perón

Tenía 80 años y sufría Epoc. Su rol fue determinante en los años más turbulentos del movimiento.

FIGURA RECONOCIDA. Juan Manuel Abal Medina (padre) cumplió funciones determinantes en el regreso de Perón al país. FIGURA RECONOCIDA. Juan Manuel Abal Medina (padre) cumplió funciones determinantes en el regreso de Perón al país. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
16 Junio 2025

A los 80 años falleció este domingo Juan Manuel Abal Medina (padre), dirigente histórico del peronismo y uno de los hombres más cercanos a Juan Domingo Perón en los años cruciales del regreso del líder a la Argentina. Abogado, periodista y político, su vida estuvo profundamente marcada por la militancia dentro del Partido Justicialista y por su rol en uno de los capítulos más intensos de la historia política nacional. Uno de sus hijos, con el mismo nombre, es uno de los ex funcionarios y colaboradores de Cristina Fernández de Kirchner.

La noticia de su muerte conmocionó a sectores del justicialismo que lo reconocen como una figura clave para entender las transformaciones del movimiento en la década del setenta. En los últimos años, Abal Medina enfrentó un deterioro progresivo de su salud a raíz de una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Abal Medina se convirtió en una pieza central del engranaje peronista cuando, a comienzos de los años setenta, fue elegido por el propio Perón para ocupar la Secretaría General del Movimiento Justicialista. En ese cargo, tuvo la misión política de organizar las condiciones necesarias para el regreso del General a la Argentina, tras 17 años de exilio y proscripción. Esa etapa marcó su consolidación como uno de los operadores políticos más influyentes de su tiempo.

De formación nacionalista católica, Abal Medina se acercó al peronismo en su juventud con un compromiso fervoroso que lo llevó a integrarse rápidamente en el círculo íntimo de Perón. Su vínculo con el líder no fue solo político, sino también personal. En su libro “Conocer a Perón”, escribió: “Conocí al hombre detrás del mito”, y se propuso desmentir varias versiones que, en su visión, distorsionaban el pensamiento y la acción del General.

Durante su gestión, Abal Medina tuvo que enfrentar desafíos internos que tensionaban la unidad del movimiento: por un lado, la efervescente Juventud Peronista y su vinculación con el ala izquierda del peronismo, y por otro, el sindicalismo ortodoxo, consolidado como columna vertebral del Partido Justicialista. La difícil tarea de equilibrar esas fuerzas recayó en él. Si bien los resultados fueron dispares, su intento por mediar dejó huella en la historia del peronismo.

Uno de los aspectos más trágicos de su vida fue la muerte de su hermano, Fernando Abal Medina, uno de los primeros militantes caídos de Montoneros. Aunque Juan Manuel nunca formó parte de la organización, su historia política no puede entenderse sin ese contexto. Esa pérdida lo marcó profundamente y condicionó muchas de sus decisiones dentro del peronismo de la época.

Abal Medina siempre reivindicó su pertenencia al Partido Justicialista y su lealtad al pensamiento original de Perón. En sus últimos años, continuó reflexionando sobre aquellos tiempos intensos, participando de debates y entrevistas donde ofrecía su mirada sobre el pasado y el presente del peronismo. Aunque se mantuvo alejado de la política partidaria activa, nunca dejó de pronunciarse cuando sintió que el legado de Perón era malinterpretado.

Los restos de Juan Manuel Abal Medina serán velados este lunes en una ceremonia íntima en Recoleta, donde familiares, amigos y referentes del Partido Justicialista despedirán a un hombre que fue protagonista de uno de los momentos más determinantes del peronismo contemporáneo.

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