Todos los que admiramos el cine de los hermanos Coen en algún momento nos hemos preguntado cuál es el secreto de su magia. Si bien es probable que nunca lo sepamos, la separación creativa (amigable) que decidieron llevar a cabo Joel & Ethan hace ya un lustro nos dio la oportunidad de atisbar en su matriz compositiva.
Joel picó en punta con el doble rol de director y guionista de nada menos que “The Tragedy of Macbeth” (2021), con un Denzel Washington perfecto en el rol del oscuro protagonista. El filme parece dialogar con las mejores adaptaciones cinematográficas de la obra de Shakespeare, como la personalísima de Orson Welles (1948), la ambientada en el Japón medieval de Akira Kurosawa (1957), la notable de Roman Polanski (1971), la poco conocida de Béla Tarr (1982) e incluso la cuasi feminista protagonizada por Marion Cotillard (2015). Es una película que no puede (ni tal vez quiere) escapar al ámbito teatral, muy distinta a todas las realizadas en compañía de su hermano, acaso demasiado anclada en el pedido de su co-protagonista, Frances MacDormand, que le había pedido a su marido que la dirija en el escenario, a lo que él contestó que allí no sabría cómo hacerlo. Por supuesto que el resultado es más que óptimo desde todo punto de vista, en el que sin duda descolla la actuación de Washington, capaz como pocos de convencernos de cualquier cosa. Una tarea en la que sólo podría competir de igual a igual con la exquisita Cate Blanchett.
El humor sin duda quedó del otro lado de la hermandad. Ethan se tomó su tiempo para sorprendernos el año pasado con “Drive-Away Dolls” (retitulada “El amor es un viaje en trineo al infierno” y “Dos chicas a la fuga” en Hispanoamérica y España respectivamente). Una comedia alocada (acá no estrenada en cines) con la joven estrella en ascenso y nueva niña mimada de la industria Margareth Qualley, también protagonista de “Honey Don´t!” (2025), recientemente ovacionada en el prestigioso festival de Cannes, y se dice que hay una tercera en camino. “Drive-Away Dolls” parece una película Clase B con cierto aire a “Alicia ya no vive aquí” (1974) de Martin Scorsese (su cuarto opus). Transcurre en 1999 y es la versión femenina del “buddy film” (película de amigos) combinada con algo de “road movie”. Todo esto, sumado a las tramas de senderos que se bifurcan (para decirlo borgeanamente) y a los diálogos ingeniosos a los que ya nos tenían acostumbrados los Coen, nos hacen sospechar que la varita mágica de los hermanos la tiene Ethan. Ciertos expertos que tuvieron la suerte de ver “Honey Don´t!” en Cannes aseguran que este filme confirma esa sospecha.
Esperemos que se estrene en cines a la brevedad para que todos podamos sacar nuestra propia conclusión.
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Marcelo Damiani – Novelista, crítico y docente.