El intendente de Yerba Buena, Pablo Macchiarola, se encuentra en Israel participando de una gira a la que fue invitado por la embajada de ese país y está destinada a jefes comunales y representantes municipales de América Latina. La estadía del funcionario coincidió con un hecho de escala global: el bombardeo israelí sobre instalaciones militares y nucleares iraníes.
En diálogo con LA GACETA, Macchiarola, que permanece alojado en el International Institute of Leadership, ubicado en el campus académico de Beit Berl College, a 1,5 kilómetros de Kfar Saba, una ciudad del centro de Israel, ubicada a unos 20 kilómetros al norte de Tel Aviv contó: “Por suerte estamos alejados de la zona más comprometida, pero en dos oportunidades sonaron las sirenas y fuimos llevados a un refugio del campus”, relató. Según detalló, estos espacios están equipados con lo esencial para resguardar a las personas. “Estuvimos entre 20 y 30 minutos y luego nos autorizaron a salir”, añadió.
La escalada bélica, que cobró fuera en la madrugada del viernes, modificó por completo la agenda. “Teníamos previsto ir a Jerusalén, a Nazareth y el mar de Galilea y a raíz de estos acontecimiento todas las actividades previstas quedaron en suspenso”, comentó el alcalde, quien aclaró que el viaje en su integridad fue costeado por la Embajada de Israel.
Macchiarola aseguró que se mantienen en comunicación constante con la embajada argentina en Israel. “Se habla de que el lunes o el martes podrían volver a operar los aeropuertos”, dijo con respecto al posible restablecimiento de los vuelos.
La escalada del conflicto entre Israel e Irán
El Ejército israelí lanzó ayer una ofensiva a gran escala contra Irán bajo el nombre de Operación León Naciente, en la que aseguró haber destruido instalaciones nucleares y militares clave de la república islámica. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el ataque tuvo como objetivo "neutralizar la amenaza nuclear" y provocó la muerte de numerosos altos mandos de la Guardia Revolucionaria y científicos atómicos iraníes.
Medios iraníes reportaron múltiples explosiones en distintas ciudades, incluyendo Teherán, Isfahán y Tabriz. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado la cifra exacta de víctimas, tanto civiles como militares.
La respuesta de Teherán no se hizo esperar. Irán lanzó más de un centenar de drones y misiles balísticos contra territorio israelí, lo que activó las alarmas antiaéreas en ciudades como Jerusalén y Tel Aviv. Si bien el Ejército israelí aseguró que la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por sus sistemas defensivos —especialmente por el escudo antimisiles conocido como la Cúpula de Hierro—, se registraron impactos y al menos siete personas resultaron heridas.
El líder supremo iraní, Ayatolá Ali Jamenei, advirtió que Israel "sufrirá un severo castigo", mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que la operación militar "continuará mientras sea necesario". El mandatario también confirmó que entre los blancos atacados se encontraba la principal instalación de enriquecimiento de uranio en Natanz, además de científicos iraníes involucrados en el desarrollo de armas nucleares y el programa de misiles balísticos.
"El Estado judío se niega a ser víctima de un holocausto nuclear perpetrado por el régimen iraní", sostuvo Netanyahu, quien acusó a Irán de haber producido suficiente uranio altamente enriquecido como para fabricar nueve bombas atómicas.