Adiós a las manchas imposibles: el truco definitivo para que tu ropa blanca quede como nueva

Tus prendas van a quedar relucientes como la primera vez.

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14 Junio 2025

¿Hay algo más frustrante que ver a los chicos volver del colegio con la ropa blanca hecha un desastre? Un recreo, una clase de plástica o una merienda un poco caótica son suficientes para que las prendas terminen llenas de manchas. Y si hablamos de los delantales escolares, el drama se multiplica. Son un clásico del uniforme, pero también un verdadero dolor de cabeza a la hora de lavarlos, ya que no solo se ensucian con facilidad, sino que tienden a percudirse mucho más rápido que otras prendas.

En el vasto mundo de las redes sociales circulan decenas de trucos virales prometiendo dejar impecables las prendas más delicadas. Desde mezclas caseras hasta técnicas poco convencionales, hay de todo. Sin embargo, te traemos una solución simple, económica y extremadamente efectiva para que tu ropa blanca recupere su brillo original. Lo mejor de todo es que solo necesitás tres ingredientes que, muy probablemente, ya tenés en casa.

Jabón blanco, un aliado infalible

Uno de los elementos clave de este método es el clásico jabón blanco, también conocido como jabón en pan. Este producto es ideal para una limpieza profunda y para eliminar manchas difíciles sin dañar las fibras. Además, protege la ropa blanca, ayuda a mantenerla radiante y es apto incluso para prendas delicadas. Usado correctamente, puede ser un gran aliado para decirle chau a esas manchas rebeldes y a ese tono amarillento que arruina tus prendas favoritas.

Cómo lavar tu ropa blanca para un resultado impecable

Aquí te explicamos el paso a paso de este método que te cambiará la vida:

Preparación del jabón: Lo primero que tenés que hacer es rallar un poco de jabón blanco con un rallador.

Hervir las prendas: En una olla grande con agua, colocá las prendas blancas que quieras lavar: remeras, guardapolvos, repasadores, toallas o lo que necesites. Es fundamental no mezclar la ropa de uso diario con los repasadores o toallas. La ropa que usamos a diario acumula más bacterias, mientras que repasadores y toallas suelen tener restos de grasa, comida o productos de limpieza, lo que podría ensuciar más otras prendas o dejar malos olores en tejidos delicados.

Añadir el jabón: Agregá el jabón en pan rallado al agua y mezclá bien para que se disuelva.

Cocción de la suciedad: Dejá hervir todo durante al menos 20 minutos. Vas a notar que el agua empieza a oscurecerse, una clara señal de que la suciedad se está desprendiendo de las telas.

Al lavarropas: Pasado ese tiempo, con una pinza para ensalada o un utensilio similar, sacá las prendas con sumo cuidado para evitar quemaduras con el agua caliente. Llevá todo al lavarropas.

El toque final: En el compartimento del enjuague, poné un chorrito de vinagre de alcohol y lavá la ropa como lo hacés siempre, con tu jabón habitual.

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