Antes de abordar el vuelo que llevó a la delegación de River al Mundial de Clubes, Franco Mastantuono dio el paso decisivo en su traspaso al Real Madrid: superó con éxito la revisión médica y firmó su contrato con la Casa Blanca, que lo vinculará con la institución española hasta junio de 2031. El acuerdo, uno de los más esperados del año, representa una apuesta por su futuro y una inversión millonaria que sacudió el mercado.
Aunque en un principio Jorge Brito, presidente de River, soñaba con retenerlo hasta diciembre para que disputara la Copa Libertadores, finalmente se llegó a un entendimiento con el club "merengue". En un gesto de apertura, el Madrid accedió a permitir que el mediocampista permanezca en Argentina hasta agosto. De este modo, el "Millonario" podrá contar con él durante el Mundial de Clubes y, en principio, en las primeras cuatro jornadas del Torneo Clausura.
La fecha estimada para su partida sería el 13 de agosto. Un día después, cuando River enfrente a Libertad en el partido de ida por los octavos de final de la Libertadores, el juvenil ya no estará en el plantel. Justamente el 14 de agosto, Mastantuono cumplirá 18 años y podrá sumarse de manera oficial al conjunto español, donde lo espera Xabi Alonso, quien fue clave en las negociaciones con una llamada directa al jugador que inclinó la balanza.
El traspaso se cerró en 45 millones de euros, pagados en una sola cuota, condición excluyente impuesta por la dirigencia de River para aceptar su salida antes de fin de año. El joven talento ya había acordado los términos salariales y esta semana rubricó su firma en los documentos que sellaron el vínculo con el conjunto blanco. El dinero será transferido a las cuentas del club argentino en el transcurso de los próximos días.
Desde España, la prensa especializada no escatimó elogios: el Real Madrid ve en Mastantuono un "talento generacional", tanto por sus cualidades futbolísticas como por su madurez fuera del campo. Y el dato más impactante aún está por venir: según trascendió, el club español planea fijarle una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros, cifra que lo pone en el mismo nivel que figuras como Vinícius Júnior, Jude Bellingham o Eduardo Camavinga.
El fichaje activa así el llamado "mecanismo anti-jeques", una política preventiva cada vez más habitual en los grandes de Europa para blindar a sus jóvenes promesas. En este caso, el azuleño se suma a una élite reservada para pocos. La apuesta del Real Madrid por el futuro de su centro del campo tiene nombre y apellido: Franco Mastantuono, quien ya empezó a escribir su propia historia en la élite del fútbol mundial.