Considerado como uno de los mayores exponentes del liberalismo en América latina, Axel Kaiser, chileno, se define como “un héroe que está combatiendo a gente que quiere destruir nuestra forma de vida”. Kaiser, el próximo jueves, invitado por la Fundación Federalismo y Libertad presentará en Tucumán su último libro, Parásitos mentales. En diálogo con LA GACETA, el abogado elogió al gobierno de Javier Milei, criticó al de Gabriel Boric y aventuró un gran futuro para nuestro país, siempre y cuando mantenga “las ideas de la libertad”. Esta fue la conversación:
-¿Por qué son parásitos mentales?
-Porque son ideas que se anclan en el sistema nervioso de las personas. Y esos parásitos son contagiosos, evidentemente. Por ejemplo, la historia del nazismo se explica porque estas ideas se contagian de mente en mente. Y de pronto tienes una masa de gente que cree una cierta cosa. Por ejemplo, la superioridad de la raza aria en el caso de los nazis. Que es claramente falsa. Y que, sin embargo, es creída por muchas personas. Pero el problema no es que sea falsa. El problema es que lo que implica esa idea es, en última instancia, el exterminio de todo tipo de otro grupo humano. Y ese contagio se va produciendo y genera movimientos totalitarios. El comunismo es lo mismo. Es exactamente la misma historia. Muchas veces tienen hasta tonos religiosos estas ideologías. Con promesas de un horizonte utópico, un paraíso. Cuando llegan al poder y entonces crean la sociedad comunista o la sociedad nacionalsocialista.
-Para quien no está muy adentrado en este tipo de ideas poner en la misma balanza al nacionalsocialismo y al comunismo puede parecer raro…
-Sí, pero no lo son. Son idénticas. En la economía, en la filosofía económica, los nazis tenían una economía centralmente planificada. Con un respeto nominal a la propiedad privada, Hitler era un admirador de Stalin y de la economía soviética. Lo declaró muchas veces. Él, en el año 1921, dijo que el objetivo de los nazis era destruir el capitalismo. El capitalismo judío y el capitalismo cristiano. Eso lo dijo Hitler. El mismo Goebbels comparaba a Hitler con Lenin. Los ponía al mismo nivel porque representaban ideas similares y lo hacía porque estaban peleando el apoyo de los jóvenes comunistas. Son sistemas totalitarios que postulan el exterminio de un grupo de personas, le niegan el derecho a la vida. En el caso de los comunistas, la burguesía. Así que eso es uno de los grandes mitos que la izquierda ha logrado instalar en la discusión, de que el comunismo es totalmente distinto. Si fuera totalmente distinto, ¿por qué produjo exactamente el mismo resultado?
-¿Hay forma de compatibilizar el modelo económico liberal con la desigualdad social’
-Lo que ocurre es que la desigualdad social no es un problema, desde el punto de vista liberal. El problema es que hay gente pobre. Lo que queremos es que todos estén mejor, no que todos estén igual, porque todos pueden estar igual estando muy mal, estando todos en la pobreza, por ejemplo. Ahí no hay desigualdad social, todo el mundo vive en la pobreza. Hay personas que florecen y se desarrollan más que otras, y eso está bien, es parte de la diversidad de los seres humanos. El desarrollo de otros nos beneficia a todos nosotros.
-Pero Argentina tiene serios problemas de desigualdad social…
-Primero, el Estado primero no existe, son grupos de personas, son los políticos y los empleados totales, no es una cosa abstracta. Bueno, ¿de dónde sacan la plata los políticos para darle beneficio a la gente? De la gente. Entonces, el problema que tienes en Argentina es que es un país quebrado, porque abusaron tanto de la redistribución, de quitarles a unos para darle a otros. Como al país lo están arreglando, en unos años más se van a poder mejorar esas cosas. Porque tú, para poder redistribuir riqueza, tienes que crearla. Si no la creas, no puedes redistribuir. Hay que sacarse de la cabeza esto de que es una cosa de egoísmo. No es egoísmo. Es mucho más fácil, de hecho, regalar, prometer y regalar, porque uno no lo regala, el político no lo regala con su plata, lo regala con plata de otro. El gobierno está haciendo lo más difícil, pero que es lo necesario.
¿Cómo, en un escenario de desregulación y privatización, se puede mantener servicios esenciales para sectores más vulnerables?
-Bueno, lo que pasa es que no hay un plan de eliminar el Estado de los subsidios a sectores vulnerables o el apoyo a sectores vulnerables. Eso no es parte del plan del gobierno. Pero tú tienes que financiarlo. Y para eso necesitas impuestos. Los impuestos son una confiscación, una extracción de riqueza que hacen los políticos, el aparato extractivo que es el Estado, el que destruye riqueza, el que consume riqueza del Estado. El país está destrozado de tanto que lo has parasitado, con esta mentalidad de que el Estado tiene que darlo a toda la gente gratis y si no hay nada gratis alguien lo tiene que pagar. Tú tienes que tener una sociedad donde la gran mayoría vive de su propio trabajo, su propio esfuerzo que es el ideal para no ser dependiente y tienes siempre un grupo que tiene más problemas, que le es más difícil y a eso tú lo apoyas pero tienes que tener una gran mayoría que le va bien o lo suficientemente bien..
-¿Cómo evalúa la gestión de gobierno en Argentina hasta el momento?
-Lo que ha logrado Milei es una hazaña, es realmente impresionante y se está estudiando en las universidades más importantes del mundo. Ellos recibieron una situación extremadamente peligrosa, volátil y potencialmente catastrófica. Ahora, más de un millón de niños han salido de la pobreza gracias al gobierno de Milei. Es algo que debieran estar aplaudiendo todos los medios de comunicación. Pero eso es gracias al equilibrio fiscal, gracias al recorte, gracias a la estabilización del peso, es gracias a que no están imprimiendo para financiar el gasto estatal, para supuestos beneficios sociales. Gracias a eso la gente mejoró. Todo lo contrario a lo que dicen los críticos del gobierno, que hay que gastar más. La gente está mejorando porque se está gastando menos, porque se está sanando el tejido económico social de Argentina que estaba totalmente dañado, que no estaba funcionando, ya estaba a punto de colapsar. Pero ahora van en el camino correcto. Y por eso creo yo que Javier Milei va a ser reelegido.
-¿Cómo analiza el enfrentamiento constante de Milei con los medios de comunicación?
-Este es un problema que es global. Yo creo que lamentablemente la prensa, y no quiero decir que son todos iguales, porque no, pero una parte importante de la prensa se ha dedicado más al activismo ideológico que a hacer lo que tiene que hacer, que es reportar la verdad de las cosas. Y entonces claro que eso genera reacciones de aquellos que son objeto de ataques sistemáticos infundados en general por parte de periodistas que en realidad son activistas, no son personas serias. Que les interese la verdad. Entonces, digamos, es correcto que el presidente trate de decir la verdad de la forma en la que lo dice. Su verdad. En el mundo ideal, la prensa haría su trabajo de manera objetiva. Y obviamente el poder político tiene que convivir con eso. Pero no estamos en el mundo ideal. Entonces a mí me parece que el presidente tiene buenas razones para hacer descargos.
-Hay quienes lo definen a usted como un villano de derecha…
-Yo en realidad me siento como un héroe que está combatiendo a gente que quiere destruir nuestra forma de vida, que quiere destruir la paz, la sociedad civilizada, que quiere aplastar nuestra dignidad. Entonces yo planteo que a cada persona le respeten su derecho a la propiedad, su derecho a la vida, y a tomar sus decisiones. ¿Y qué es lo que dice el otro? No, hay que meterse en tu derecho a propiedad, hay que meterse en tu derecho a la vida, hay que meterse en tu libertad de expresión, hay que meterse en lo que vas a hacer con tus hijos, hay que meterse... Quieren intervenir, someterte, dominarte, aplastar tu libertad. Entonces decimos: déjenos tranquilos. Si no tenemos gente que está luchando por hacer que se respeten estos principios, esa parte oscura de nuestra naturaleza, que es la que aflora en movimientos totalitarios, en movimientos estatistas, socialistas, o ultranacionalistas, o lo que sea, nos termina por llevar al infierno, a baños de sangre.
-¿Hay manera de terminar con la grieta?
-No sé si podemos, espero que sí, espero que con diálogo fluido, con cultura cívica de respeto mutuo y al final con un consenso también en torno a principios elementales que son básicamente respeto por el prójimo en el sentido de su libertad, su propiedad y todo lo demás. No sacas nada con tener un diálogo muy amable si hay otra gente que quiere destruir tu vida. Y somos seres humanos, somos muy complejos. Siempre va a haber roces, siempre va a estar el conflicto, es imposible la convivencia humana sin un nivel de conflicto. Lo que tenemos que garantizar es que no escale a niveles inmanejables.
PERFIL
› Axel kaiser
Axel Kaiser es escritor, abogado, doctor en filosofía de la Universidad de Heidelberg, profesor universitario y escritor. Presidente del think tank Fundación para el Progreso (FPP), es un defensor de los postulados de la escuela austríaca. El autor de los libros El economista callejero, El Chile que viene, La miseria del intervencionismo, La fatal ignorancia: la anorexia cultural de la derecha frente al avance ideológico progresista y La tiranía de la igualdad y su último, Parásitos mentales, que será presentado el jueves a las 19 en el Hotel Catalinas, con entrada gratuita.







