A 50 años del estreno: con el miedo, “Tiburón” fue el primer “blockbuster”

La película modificó las reglas de producción, distribución y consumo en Hollywood. Un documental para su celebración.

UN CLÁSICO. “Tiburón” tiene escenas que quedaron grabadas en la memoria del público de todo el mundo. UN CLÁSICO. “Tiburón” tiene escenas que quedaron grabadas en la memoria del público de todo el mundo.

Cuando hace 50 años se estrenaba “Tiburón”, Steven Spielberg marcaba un antes y un después en la producción cinematográfica. Centenares de miles de espectadores vivieron en las salas el miedo, el horror, pero sobre todo el suspenso.

En 1975 sucedió lo mismo en los ya cerrados cines Metro y 25 de Mayo de esta ciudad (sobre calle 25 de Mayo al 200), cuando se proyectó el 31 de julio como en todo el país. El director se coronó como el rey Midas de Hollywood a partir del éxito de la película pero, para su ídolo Alfred Hitchcock (que no lo quiso conocer), era “el chico de la película del pescado”.

El resultado generó una psicosis masiva hacia los tiburones, con la idea de que eran criaturas monstruosas y peligrosas. Spielberg expresó su arrepentimiento por haber contribuido a la demonización de los escualos y pidió perdón por sus consecuencias en la conservación de estos animales. El director partió de la novela de Peter Benchley, quien también se arrepintió por su obra, y se convirtió en defensor de la conservación de los tiburones.

“Tiburón” recaudó un total de U$S 474.141.300 a nivel mundial. En Estados Unidos y Canadá, incluyendo su reedición de 2022, recaudó U$S 265,8 millones, equivalente a casi U$S 2.000 millones a precios de 2020. También fue un gran éxito en el Reino Unido, donde se convirtió en la séptima película más taquillera desde 1975, con una recaudación equivalente a más de 70 millones de libras esterlinas cotizado a 2009.

Se convirtió en el primer blockbuster (“taquillazo”) oficial de la historia, acompañado por una gran campaña de merchandising. Desde ese momento, Hollywood abandonó la Navidad como época de grandes lanzamientos, multiplicó su inversión publicitaria televisiva e incrementó su apetito por las tajadas económicas rápidas: y cuanto más rápidas, mejor. En otras palabras, modificó algunas reglas en la producción, la distribución y el consumo del cine.

Más allá de los datos, hay preguntas por hacerse: ¿quién no se asustó en los momentos clave de película? ¿Qué mujer no pellizcó a su pareja cuando la música advertía alguna aparición del animal? Porque el sonido fue fundamental en la realización, a no dudarlo.

La producción fue notoriamente complicada. El director insistió en filmar en el océano real, específicamente en Martha's Vineyard, Massachusetts, lo que presentó numerosos desafíos. El rodaje, originalmente programado para 55 días, se extendió a 159, y el presupuesto inicial de U$S 4 millones se disparó a U$S 9 millones. Uno de los mayores obstáculos fue el tiburón mecánico, apodado “Bruce” en honor al abogado de Spielberg. Diseñado por el experto en efectos especiales Robert A. Mattey, de casi ocho metros de largo y 1,2 tonelada, sufrió constantes fallas técnicas debido a las condiciones marinas, lo que obligó a Spielberg a sugerir su presencia, más que mostrarlo directamente.

El filme se estrenó en 464 salas de cine en Estados Unidos, una estrategia de distribución sin precedentes en la época. Acompañada de una agresiva campaña publicitaria de US$ 2,5 millones, la película se convirtió en la más taquillera hasta ese momento.

Documental

La “National Geographic” invitó a celebrar el 50° aniversario del estreno con “Tiburón: la historia de un clásico”, único documental autorizado sobre la realización del filme que despertó una gran fascinación por el depredador más incomprendido del océano.

Dirigido por el aclamado cineasta Laurent Bouzereau, el documental de 90 minutos se verá el 10 de julio en Disney+ y llevará a la audiencia a sumergirse profundamente en el tema. Será mucho más que un documental del detrás de cámaras: será una celebración del legado que desató una obsesión mundial por los tiburones e inspiró a generaciones de científicos, elaboradores de historias y defensores del océano. Explorará cómo “Tiburón” transformó la relación con el océano y ayudó a cambiar la percepción del público de esos animales, convirtiendo el miedo en fascinación y dando pie a esfuerzos reales de conservación que continúan hasta el día de hoy, indica “National Geographic”.

Las secuelas no tuvieron tanto éxito. “Tiburón 2”, dirigida por Jeannot Swart, sigue al sheriff Brody y su familia en el mismo pueblo de Amity. “Tiburón 3-D”, dirigida por Joe Alves, se centra en un tiburón que ataca en un parque acuático. “Tiburón: La Venganza” (1987) fue dirigida por Joseph Sargent.

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