Marc Bartra, actual defensor de Betis y ex jugador de Barcelona, compartió una mirada introspectiva sobre su etapa en el conjunto catalán durante una entrevista en el ciclo español Viajando con Chester. Entre recuerdos y confesiones, destacó la intensidad con la que convivió con figuras emblemáticas del club, haciendo especial énfasis en la mentalidad de Lionel Messi, a quien describió como extremadamente exigente consigo mismo.
“Lo he visto en un vestuario cagándose en él y tirándose de la camiseta por fallar un penalti”, relató Bartra, dejando ver el nivel de perfeccionismo que caracterizaba al argentino.
En su testimonio, Bartra reveló que la autocrítica feroz era una constante en el comportamiento de Messi. “Diciendo ‘qué he hecho, qué he hecho’. Luego salía en la segunda parte y era el mejor, se comía el campo”, comentó. Según el defensor, esa capacidad de reacción ante la adversidad es lo que llevó a Messi a convertirse en el mejor. Para él, más allá del talento técnico, lo que distingue a los grandes jugadores es cómo enfrentan sus propios errores y cómo se levantan después de caer.
Durante los cinco años que compartieron en el vestuario blaugrana, Bartra también comenzó a entender la importancia de la salud mental en la carrera de un futbolista. “Estoy mejor que nunca”, afirmó, confesando que pasó por etapas marcadas por el miedo, la tristeza y la frustración, especialmente tras una lesión que lo alejó un año de las canchas y luego con su separación personal. “Es algo de lo que no se hablaba cuando yo empecé. La salud mental. Para mí es lo más importante. Siempre digo ‘dame salud’ que lo demás viene solo”.
En su despedida del club en la temporada 2015/16, Bartra explicó las razones detrás de su salida. A pesar de vivir un buen momento bajo la dirección de Gerardo Martino, la llegada de Luis Enrique trajo consigo una competencia feroz en su posición con Gerard Piqué y Javier Mascherano. También reveló que una cláusula contractual condicionó su permanencia: “Si jugaba más de 25 partidos mi cláusula subía a 50 millones, pero si no me bajaba a 8. Al final no llegó ahí y tienes que tomar decisiones”.
Un antes y un después
Uno de los momentos más duros de su vida ocurrió en 2017, cuando sufrió un atentado junto al plantel de Borussia Dortmund. “Fue como estar en mitad de una guerra”, describió. La explosión, los cristales rotos y la metralla le provocaron una grave herida en la muñeca. “Empecé a sangrar, no podía mover el brazo”, recordó. En medio del caos, una fisioterapeuta lo asistió haciendo un torniquete. “Pensaba que no lo contaba… Me dije: ‘Marc, no te duermas, que igual no vuelves a abrir más los ojos’. Y entonces me vino Gala (su hija) a la cabeza y dije: ‘Hazlo por ella’”.







