“MIRAR LA VIDA CON HUMOR”. Premisa que defiende Ricardo Podazza.
Desde este viernes, y durante todos los viernes y sábados de junio, la sala Orestes Caviglia (San Martín 251) se convertirá en el lugar donde el humor y el recuerdo se abrazan con ternura. A las 21 subirá a escena “El elogio de la risa”, una comedia coproducida junto al Ente Cultural de Tucumán de una hora que se construye desde lo íntimo y lo profundo, sin alardes ni artificios.
La historia es sencilla, pero sus ecos pueden ser hondos: un hombre aguarda a su esposa para celebrar su cumpleaños 80. Y en esa espera, que es tiempo detenido y también viaje hacia adentro, emergen recuerdos, escenas de la vida compartida, emociones que aún vibran. El amor, el paso del tiempo, la edad y la risa como origen y destino.
“Es un texto que nace en 2017, cuando junto a Juan Leyrado tengo el enorme placer de poder pensar un unipersonal que se estrenaría en abril de ese año. Así nació la obra; escribir un material para un actor formidable en donde habláramos de un tema singular: el paso del tiempo”, cuenta Gastón Marioni, director general de la obra.
“Se creó un material dramatúrgico que narra una sencilla historia: la de un hombre mayor que va a festejarle el cumpleaños número 80 a su mujer; y mientras la espera recuerda cómo fue que se conocieron: a través de la risa, y allí se sucede un encadenado, como un álbum de recuerdos donde lo dulce y lo amargo (como la vida misma) van comulgando el paso de los años”, agrega.
Arma y compañía
Marioni considera que el humor tiene hoy un rol esencial: “vivimos tiempos difíciles; mantenerse a salvo en medio de un mundo cada vez más sesgado, individualista y adverso, es casi una tarea que nos consume toda la energía. Quizás, hoy la risa pueda ser un arma para mirar bajo otro caleidoscopio las cosas y poder distinguir lo importante de lo frugal”.
En este tercer montaje de la obra, Ricardo Podazza da vida a Antonio, el hombre que recuerda. Es una nueva versión del mismo texto, que ya tuvo vida primero en la calle Corrientes, con Leyrado, y luego en Montevideo. “Ricardo es un actor versatilísimo, con una sensibilidad exquisita para poder meterse en la piel del personaje. Tiene el talento y la humanidad para abrazar esa mirada de una manera magnífica”, señala el director. La dirección residente en esta versión tucumana es de Guillermo Montilla Santillán y la producción ejecutiva está a cargo de Juan Logusso, Jorge Barnichea y Sebastián Fernández.
Personaje entrañable
“Mi personaje es totalmente enternecedor, porque cree que el humor y la risa pueden arreglar todas las dificultades de la vida. Es tierno, cariñoso, amable y fue un placer construirlo desde ese lugar”, dice Podazza, que ya había visto la versión anterior pero que aquí propone una interpretación diferente. “Me encantó la obra, pero lo que hacemos es totalmente distinto”, aclara, y agrega: “soy amigo de las risas. Para mí es fundamental en cualquier situación el humor y lo que me enseñó la obra es querer cada vez más a los seres amados y a todos, por consiguiente, porque todos somos parte de este mismo viaje de esta misma conjunción de hechos que hacen la realidad y la vida misma”.
Para el premiado actor tucumano, el humor en la vida cotidiana es lo que nos une, lo que nos hace empatizar, lo que nos acerca a las otras personas. “Mirar la vida con humor es mirar el sufrimiento con humor, es mirar la alegría con humor. Mirar todas las emociones de la vida a través del humor las hace un poco más llevaderas”, reflexiona.
Invitación a mirarse
“El elogio de la risa” no propone moralejas ni busca subrayar mensajes. Su fuerza está en lo que deja resonando, en lo que enciende en el espectador. “Un abrazo al alma. Una posibilidad de sentir que no estamos solos en la experiencia subjetiva, que más allá de las contingencias, hay cosas que nos pasan de maneras similares y al verlo en otros quizás uno se siente más acompañado -dice Marioni-. Es una invitación a seguir queriendo abrazar la vida”.
Podazza coincide: “cuando vean la obra van a salir distintos, algo va a cambiar en uno. A mí me hizo repensar muchas cosas sobre mi vida y sobre los seres que amo. Quien vea la obra va a salir de alguna manera transformado en otro, va a reflexionar sobre su propia existencia y la de quienes lo rodean y sobre el amor. En definitiva, eso hace que seamos mejores personas”.
Es una coproducción de la Fundación para el Desarrollo de las Artes Escénicas - FUNDAE y el Ente Cultural de Tucumán. Producción Ejecutiva: Juan Logusso, Jorge Barnichea y Sebastián Fernandez
Las entradas se pueden adquirir a través del sitio fundaetucuman.org.ar/el-elogio-de-la-risa, de la Fundación para el Desarrollo de las Artes Escénicas.







