¿Cuál es la mejor dieta para la presión arterial?
Cuando se trata de cuidar nuestro corazón y mantener una presión arterial saludable, la alimentación juega un papel crucial. Las variedades de dietas son muchísimas, pero ¿cuál es realmente efectiva? Una investigación buscó descubrirlo entre las dos más populares: el régimen "Keto" y la dieta Mediterránea.
Este nuevo estudio, publicado en la revista Nutrients y citado por el medio News, Medical & Life Sciences, se propuso comparar los efectos de una dieta cetogénica o "keto" baja en calorías y alta en proteínas con los de una dieta mediterránea, también baja en calorías pero baja en sodio y alta en potasio.
En la investigación participaron 26 adultos sin diabetes, todos con sobrepeso u obesidad central y con cifras de presión arterial consideradas "normal alta" o hipertensión grado 1. El seguimiento se realizó durante tres meses para evaluar los cambios.
¿Cuál es la mejor dieta para la presión arterial?
Después de tres meses, los resultados fueron muy alentadores para ambos enfoques dietéticos. Tanto el grupo que siguió la dieta Keto como el que optó por la dieta Mediterránea experimentaron una pérdida de peso significativa. Además del descenso en la balanza, ambos grupos mostraron mejoras en la composición corporal y, lo que es más importante para el estudio, una disminución notable en los niveles de presión arterial, tanto la sistólica (la "alta") como la diastólica (la "baja").
Según los investigadores, este hallazgo es clave porque subraya la importancia de la pérdida de peso en la reducción del riesgo cardiovascular. El estudio concluyó que ambos enfoques, aunque diferentes en su composición, pueden ofrecer beneficios similares. "Estas dos diferentes enfoques dietéticos populares pueden conferir igualmente beneficios metabólicos y cardiovasculares, enfatizando la importancia de la pérdida de peso y masa grasa”, señalaron los investigadores a cargo del estudio.
Un punto más para la dieta "keto"
Si bien los resultados principales fueron similares en cuanto a pérdida de peso y reducción de la presión, hubo una pequeña diferencia observada: la proporción de individuos que experimentaron el "descenso nocturno" de la presión arterial (una respuesta fisiológica normal) fue mayor en el grupo de la dieta mediterránea en comparación con el grupo keto.
No obstante, la conclusión general es que ambos planes dietéticos demostraron ser seguros, efectivos y bien tolerados para este grupo de pacientes. Esto abre un abanico de opciones para las personas, permitiendo una mayor flexibilidad al elegir el plan que mejor se adapte a sus preferencias y estilo de vida para lograr sus objetivos de salud. Futuras investigaciones con más participantes y mayor duración ayudarán a seguir afinando estas recomendaciones.








