Los gastos reservados de la SIDE aumentaron un 254% en la era libertaria

En un contexto de severos recortes presupuestarios en diversas áreas del Estado, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) experimentó un notable incremento en su financiamiento. En los primeros cinco meses del año, los gastos reservados de inteligencia aumentaron un 254%. La partida trepó de $3794 a $13.436 millones.

El aumento se materializó a través de dos medidas: el DNU 186/25 de marzo, que autorizó un incremento de $1.625 millones para gastos reservados dentro de un aumento global de $7.366 millones para la SIDE; y una decisión administrativa publicada el 5 de junio, que inyectó $25.000 millones adicionales al presupuesto de la SIDE, para destinar poco más de $8.000 millones a gastos reservados. 

Adicionalmente, la partida para bienes de uso del organismo aumentó significativamente, y alcanzó los $7.685 millones (un incremento del 1560%). Desde la SIDE, fuentes oficiales justificaron el aumento con el argumento de que las inversiones en tecnología de inteligencia son costosas y a precios internacionales. También señalaron que administraciones provinciales previas realizaron inversiones similares en tecnología.

Repercusiones en el Congreso

A pesar de que ni el DNU 186 ni la decisión administrativa 10 fueron tratados en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, presidida por el senador Martín Lousteau, tomó conocimiento de la situación. Se espera que la comisión se reúna la próxima semana y evalúe la posibilidad de convocar al titular de la SIDE, Santiago Nieffert, para que explique el destino de estos fondos.

La solicitud de citación del jefe de la SIDE fue realizada por el diputado Pablo Juliano (Democracia para Siempre), tras la publicación de un artículo en LA NACION que alertaba sobre el Plan de Inteligencia Nacional (PIN), sugiriendo la posibilidad de que este plan abriera la puerta al espionaje interno de periodistas, economistas y críticos del gobierno.

Este debate se suma a la polémica generada por una directiva secreta emitida por la SIDE en enero, en la que se ordenaba “identificar y monitorear” a "grupos sociales vulnerables" y a cualquier "actor no estatal" que pudiera capitalizar la polarización política.

El aumento de los gastos reservados, aunque significativo, aún no alcanza los $100.000 millones que el gobierno intentó asignar a través del DNU 656/24, medida que fue rechazada por ambas cámaras del Congreso. Tras este revés, el Poder Ejecutivo habría optado por una estrategia de aumentos presupuestarios graduales.