"En el túnel antes de entrar a la cancha habrá mucha concentración, pero también sonrisas. Estos son partidos que uno siempre quiere jugar, partidos con los que soñamos desde niños. Jugar una final de Champions es increíble. Iremos concentrados pero orgullosos a la vez. Ojalá ganemos el partido", deseó el delantero de Paris Saint Germain, Ousmane Dembelé.
El sábado, desde las 16, no podrá dormirse porque cumplir ese sueño lo mantendrá más que despierto en su rol de carta goleadora para vencer a Inter de Milán en Alemania. El equipo italiano irá por su cuarta Copa, mientras que PSG buscará la primera. “No será fácil, es un equipo muy difícil para jugarle”, fue contundente el francés.
Dembele sigue de cerca siempre a Inter porque su amigo Marcus Thuram forma parte del equipo. “Todo puede pasar en una final. ¿Si vamos a ser amigos con Thuram en el partido? No, en la cancha no. No en la final", reconoció.
"Jugué nueve años la Champions por ahora, y espero seguir así hasta retirarme. Al ser la mejor competición, uno siempre quiere jugarla. Nunca te acostumbrás, especialmente hasta ganarla. Después, querés ganarla otra vez al año siguiente", agregó con ansias altas teniendo en cuenta que el club francés todavía no tiene el trofeo en sus vitrinas.
También se refirió al cambio que generó la llegada de Luis Enrique a la dirección técnica. “Llegó con una idea muy clara. Cambió muchas cosas en el equipo y jugadores. La mentalidad también cambió. Siempre tratamos de dar lo mejor, especialmente con esa ambición de ganar este trofeo por primera vez", remarcó el jugador.







