Esta es la capital latinoamericana que se hunde 40 centímetros cada año

Los desafíos del enterramiento de este centro político, cultural y económico ya pueden notarse en la actualidad. Su sistema de transporte cede cada vez más.

Ciudad de México se hunde cada año. Ciudad de México se hunde cada año.
27 Mayo 2025

Un error histórico y amenazas medioambientales hunden 40 centímetros al año a uno de los centros políticos, económicos y culturales más importantes de América Latina. El suelo de la Ciudad de México cede ante los efectos de una decisión centenaria y de los usos que se le da a este asentamiento en la actualidad. El pronóstico, para los expertos, es irremediable y las consecuencias ya pueden señalarse en la actualidad.

La Ciudad de México en el corazón de América Latina se enfrenta a un desafío alarmante: su inevitable enterramiento. La amenaza ya presenta obstáculos en la actualidad. El fenómeno conocido como subsidencia está causando estragos en los medios de transporte de la ciudad, específicamente a su red de metro, la segunda mayor de Norteamérica ,después de la de Nueva York.

El hundimiento ya puede notarse

“Cuando estás aquí en la ciudad, te acostumbras a que los edificios se inclinen un poco”, comenta Darío Solano-Rojas, científico especializado en detección remota de la Universidad Nacional Autónoma de México al medio Wired. “Sientes cómo se tambalean los rieles. Viajar en metro en la Ciudad de México es extraño. No sabes si es peligroso o no: sientes que es así, pero no lo sabes con certeza”.

Las causas de la subsidencia en México son multifactoriales, aunque también de largo trayecto, específicamente de un grave error que cometieron los conquistadores españoles al desarmar las impresionantes obras de ingeniería de los habitantes originarios. Los aztecas fundaron Tenochtitlán - ahora Ciudad de México - en medio de un lago que pronto fue drenado.

Una obra de ingeniería excepcional y un error fatal

En 1325, los aztecas construyeron la ciudad sobre lo que alguna vez fue el Lago de Texcoco, un hecho que dejó una huella imborrable en su infraestructura. Tenochtitlán se levantó sobre chinampas, islas artificiales que se creaban apilando tierra y vegetación sobre estructuras flotantes. Así nació una de las urbes más avanzadas de su tiempo, con canales navegables y complejas redes de abastecimiento de agua.

Sin embargo, el equilibrio de esta ingeniosa ciudad se quebró en 1521 con la llegada de los conquistadores españoles. Tras la destrucción de Tenochtitlán, los colonizadores reconstruyeron Ciudad de México sobre los antiguos cimientos, ignorando los peligros de edificar sobre un lago desecado. Desde entonces, la ciudad ha lidiado con las consecuencias de esta decisión histórica.

La composición y explotación del suelo, otro problema

El continuo hundimiento de Ciudad de México no solo responde a factores históricos, sino también a prácticas contemporáneas que agravan el problema. Estudios recientes publicados en la revista Scientific Reports han mostrado que el hundimiento varía según la zona, dependiendo de la composición del suelo y la extracción de agua subterránea. El uso excesivo de los acuíferos ha debilitado los sedimentos del suelo, provocando un colapso gradual, indicó el medio Gizmodo.

El hundimiento también está influenciado por el movimiento natural de los suelos blandos sobre los que se asienta la ciudad. Estos terrenos son propensos a compactarse bajo el peso de las edificaciones modernas, especialmente en áreas donde la carga de la urbanización ha aumentado de manera desmedida en las últimas décadas.

Los expertos advierten que, aunque se están implementando medidas para ralentizar el proceso, revertir el hundimiento completo es prácticamente imposible. Ciudad de México deberá adaptarse a esta realidad mientras se siguen buscando soluciones innovadoras que permitan garantizar la seguridad de sus habitantes y la estabilidad de la ciudad.

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