La propuesta de la municipalidad
“Lo que se está proponiendo es una intervención integral de la plaza”, explicó Marcelo Beccari, subdirector de Planificación Urbana. “No todos los temas están en los ejes de votación, pero eso no significa que no se vayan a renovar. Queremos escuchar a la gente”, dijo el funcionario en diálogo con LA GACETA. Es que la Municipalidad de San Miguel de Tucumán abrió una consulta pública sobre la remodelación de la plaza Urquiza, uno de los espacios verdes más emblemáticos de la capital. Hasta el 22 de junio, vecinos y usuarios pueden votar y dejar comentarios en consultapublica.smt.gob.ar.
Construida en 1872, este espacio público está rodeado por edificios de alto valor histórico: el Colegio Nacional, el teatro San Martín, la Legislatura provincial. En 2011, una obra de revalorización la modernizó con luces, juegos y una fuente. Hoy, 13 años después, el municipio propone una nueva transformación.
Beccari destacó que el nuevo diseño de veredas tendrá dos sectores: uno peatonal y otro con caucho reciclado para correr. También se proyecta una zona exclusiva para mascotas, con juegos y delimitaciones. “Los espacios inclusivos, como veredas para trotar o sectores para mascotas, responden a nuevas demandas ciudadanas. Hay que pensar la plaza para los próximos 20 años”.
El baile, el patín y el skate ocupan su lugar
Axel, Martín y León practican baile urbano todos los jueves en la plaza. “Nos gustaría una pista pensada para bailar: con buen piso, luces, sonido”, dijeron los jóvenes. Para ellos, la plaza Urquiza es distinta: “Es una plaza adolescente, libre, tiene otra vibra porque venimos muchos jóvenes a la plaza Urquiza”.
Axel planteó que los espacios deberían estar diferenciados: “Una parte para baile, otra para patinaje, otra para fútbol. También hacen falta baños y bebederos”. Consideran fundamental participar de la votación: “Si no votamos, después no podemos quejarnos”, dijo el chico entre risas, pero planteando un punto
Skate
“A mí me gustaría que la pista para patinar sea más extensa. Yo vengo a andar en skate, y por ahora solo hay escaleras. Me gustaría que hubiera un par de varas, algunas rampas… algo más completo para que podamos practicar bien”, dijo Neiber de 17 años que practica skateboarding junto a Bautista y Mateo, ambos de 16. Los adolescentes dicen que ya votaron en la encuesta pública lanzada y piden juegos fijos. “Hacen falta cajones, varas, rampas que tengan una buena terminación, que se pueda patinar sin problemas. Que no se rompa fácil”, pidió Mateo.
La opinión de dos arquitectos urbanistas
Para el arquitecto y urbanista Gerardo Isas, la plaza se transformó en una ‘tapera’ saturada. Considera que la falta de espacios verdes en el barrio más densamente poblado de la ciudad se agrava por el uso excesivo de este espacio: “La Municipalidad no solo debería diseñar plazas, sino aprender a gestionarlas razonablemente”, aconseja el especialista.
Además, Isas cuestionó la instalación de juegos fijos y clases con parlantes: “Eso es una falta de respeto al vecino. Hay falta de inteligencia en la planificación”.
Para el arquitecto, ya no cumple su función esencial como espacio de descanso, de paseo, de contacto con la naturaleza. “Se sobrexplotó porque se la usa excesivamente. Hay una necesidad latente de más espacios verdes, pero la Municipalidad no lo reconoce y concentra todo allí. Actividades como la gimnasia o las ferias se podrían trasladar, por ejemplo, al complejo Ledesma, que está subutilizado. Pero como se prioriza la visibilidad, todo se centraliza en la Urquiza”, criticó.
Sobre los vecinos, dijo que son los grandes olvidados. “Se transformó en un centro de atracción provincial, un lugar de entretenimiento, lo cual implica un sacrificio enorme para los frentistas. Estacionamiento, ruido, actividades permanentes... se resiente la vida cotidiana”, se lamentó Isas.
¿Una alternativa? “Habría que descomprimir la plaza, sacar de allí actividades que no son propias de un espacio verde. Por ejemplo, me parece inadecuado que haya instalaciones fijas para juegos infantiles como si fueran predios privados y sacaría, sin dudarlo, la pista de skateboarding”, sugirió en este caso el entrevistado.
Sobre el paisajismo realizado por el municipio, Isas opinó que debería ser algo más serio, adaptado al entorno, con especies verdaderamente útiles y sentenció: “Tengo la peor opinión sobre el paisajismo que realiza la Municipalidad. Un ejemplo claro son los bonsáis que pusieron en la peatonal Mendoza, en macetas de plástico. Deben haber costado una fortuna. En lugar de plantar árboles con sombra, ponen árboles chicos en maceta. Lo que vemos es un programa estético obsoleto, sin sensibilidad por el uso del espacio verde. Eso es un despilfarro del dinero público”.
Javier Zerda, también arquitecto y urbanista, señaló: “La Urquiza debería tratarse dentro del paisaje urbano que imponen los edificios históricos de su alrededor. Poner un skatepark ahí me parece un error”. También remarcó la importancia de convocar a expertos en patrimonio urbano para el rediseño: “El entorno requiere un enfoque más riguroso que un simple embellecimiento”.
Zerda dijo que sería apropiado darle un espacio a todo tipo de actividades culturales como exposiciones de arte y fotografía. “Le daría el perfil de una plaza cultural y espacio de desborde del teatro San Martín”, sugirió.
¿Cuántas plazas?: “Nuevas necesidades”
“Las ciudades evolucionan y surgen nuevas necesidades”, indicó Marcelo Beccari, funcionario de la Municipalidad. El nuevo diseño contempla sectores para perros, una vereda para trotar y especies vegetales resistentes a la sombra. “Buscamos recuperar el material vegetal: césped, flores, aroma”. Pero el dilema sigue abierto: ¿puede una plaza ser muchas al mismo tiempo? La Urquiza, con su carga histórica y su vitalidad juvenil, parece pedir un equilibrio imposible. Hasta el 22 de junio el futuro del corazón verde de Barrio Norte estará en discusión.
Verde, limpieza, sombra, baños, los pedidos de los vecinos
Soledad es madre de Olivia, va todos los días a la plaza con su hija y opinó: “Falta verde, faltan juegos inclusivos que estén cuidados y evitar el vandalismo. Estaría bueno que haya alguien que los mantenga”. También recordó que en un tiempo eligió llevar a su hija a jugar al parque Avellaneda porque está mejor cuidado.
“La parte de los juegos está muy sucia, por eso no lo llevo ahí. Hay colillas de cigarrillos, basura, yerba tirada. Es peligroso”, dijo Miriam, niñera de un bebé de 9 meses, cuando destacó la falta de limpieza. Contó, además, que el piso en esas zonas está deteriorado y se junta agua.
Los vendedores del lugar plantearon sus preocupaciones porque piensan que van a quedarse sin poder trabajar. Mercedes tiene 65 años y cuida coches desde 1985. “La plaza necesita sombra, baños públicos y arreglar el piso. Viene muchísima gente a hacer deportes y se tropieza”, contó la mujer que pasa más de 15 horas diarias sobre avenida Sarmiento. Contó que se enteró de la votación porque estuvo allí la intendenta, Rossana Chahla y le pudo comentar todas sus inquietudes: Además, comentó que la funcionaria le aclaró que la plaza no se cerraría completamente mientras se arregla, lo que le dio alivio. También recordó anteriores arreglos: “La última vez que la renovaron fue en 2011, estuvo cerrada dos años. Taparon una fuente de piedra hermosa y dejaron una fuente fea que dejó de funcionar. Pusieron luces, pero no duró nada. Quitaron árboles y no plantaron nada. Esta vez que la arreglen en serio”, dijo.
Maira tiene un carro de panchos y panchuques y contó: “pensamos que nos quedamos sin trabajo. No recuerdo si dijeron exactamente que iban a cerrar, pero lo asociamos con lo que pasó en la plaza Independencia. Ahí la cerraron un tiempo largo para hacer obras”.
“Hay cosas que son necesarias de verdad. Por ejemplo, hace falta un baño”, dijo Josué, encargado de la calesita de la plaza.








