
“Fue hermoso. Me sirvió para reacomodar mi vida”. Las palabras brotan con fuerza, con total honestidad, de la boca de Augusto López Salas. ¿La pregunta? Cómo fueron los meses en los que estuvo alejado del rugby. Después de un tiempo retirado, el “Chino” decidió volver a jugar. Pero no fue, como él mismo lo dejó en claro, porque extrañara. Fue, aunque no lo haya dicho con esas palabras, un acto de amor hacia su club, Tucumán Rugby.
López Salas tuvo una gran carrera: fue campeón con Tucumán Rugby y con los “Naranjas”, y también fue convocado a Los Pumas 7s y Argentina XV. Tras el Regional del NOA del año pasado, en el que el “Verdinegro” cayó 13-10 ante Lawn Tennis, decidió retirarse. La razón no fue el hartazgo por la “ovalada”, sino los problemas físicos que arrastra desde hace más de diez años y que se volvieron cada vez más difíciles de soportar.
Desde joven, López Salas convive con dos hernias de disco. Durante toda su carrera, jugó con dolor. “El año pasado tenía muy inflamados los nervios, al punto de que se me dormían las piernas. Jugaba un tiempo y tenía que salir; no había ningún medicamento que me hiciera zafar”, relató crudamente. Incluso aseguró que muchas de las lesiones que sufrió se debieron a esas hernias. “Al principio no sabía que la espalda influía tanto, por ejemplo, en un desgarro en el aductor”, puntualizó.
Lógicamente, entrenar y jugar se volvió cada vez más difícil. Hizo un esfuerzo enorme para llegar a la final del Regional, ya con la decisión del retiro tomada. “Estuve en cama toda la semana previa. Con la ayuda de Machi Müller, especialista en dolor del club, logré jugar sin necesidad de un bloqueo”, recordó.
Después de dejar el rugby, su vida se volvió más tranquila. “Bajé un cambio, me dediqué un poco más al laburo y me puse a jugar al fútbol en Las Cañas con un grupo del club. Jugar al rugby te lleva mucho tiempo, aunque no te des cuenta. Te quita muchos días. Cuando dejé, tenía mucho más tiempo para todo. Lo necesitaba totalmente para estar en otra”, reflexionó.
Sentido de pertenencia
La vida le ofreció un nuevo desafío laboral en el rubro inmobiliario, donde ya venía trabajando, pero ahora en Buenos Aires. El “Chino” decidió entonces retomar el rugby en Champagnat, un club de Pilar. “Lo iba a hacer de forma más social, para agrandar mi círculo”, explicó.
Para no empezar de cero, volvió a entrenar en Tucumán Rugby. Y ahí le picó el bichito. “Fue una decisión de un día para el otro. Tenía todo cocinado, pero dije: ‘si estoy bien, ¿por qué no darle algo que todavía pueda tener a mi club?’. Llamé a mis amigos y les dije que me iba a quedar a jugar acá. Ya habrá tiempo para conquistar el mundo después”, dijo el wing, que también jugó de centro y fullback, y que ahora fue reconvertido en apertura.
“En juveniles ya había jugado de 10. Con el paso de los años aprendí a tacklear, a lanzar, y me hice más lanzador que definidor. Me encanta jugar de 10, y si no, puedo jugar de centro. Pero de 10 puedo andar bien”, analizó.
El sueño está
Como no hizo la pretemporada y volvió tras algunos meses de parate, López Salas no se sumó directamente al plantel de Primera. Está entrenando con la Pre-Intermedia, donde comparte equipo con otro experimentado que también volvió al ruedo: Juan León Novillo.
“Somos varios los viejitos, ja”, bromeó López Salas, que asegura encarar esta etapa de otra manera. “Al ser más grande, tenés otro tipo de disfrute”, destacó. Por eso, y porque aún se pregunta cómo responderá su espalda —“en algún punto volvió a estar bien, me deja hacer deporte”—, tal vez no se plantee grandes objetivos. Pero, como buen competidor, y con la experiencia del éxito, la esperanza sigue viva.
“Me siento bien físicamente. Si bien mi objetivo es disfrutar y colaborar con el club, sé que si estoy bien soy jugador de Primera. Tengo ganas, me gusta la competencia y creo que puedo aportar todavía. No vuelvo para jugar en Primera, pero sí me gustaría”, reconoció. Y mejor aún, si lo puede hacer junto a sus amigos. “Tengo el sueño de jugar con Juan León, con ‘Marrón’ Frías Silva (Matías), con ‘Jorgito’ Domínguez, con ‘Evaro’ Paz, que todavía están muy vigentes”, afirmó.
Y si se puede soñar con volver, ¿por qué no aspirar a más?
“En algún punto digo: ‘vuelvo a salir campeón’. No es el objetivo, pero si vuelvo, y vuelvo al 100%, eso es lo que quiero. Con todo lo difícil que es, es un objetivo alcanzable”, cerró López Salas.
Ni los dolores de espalda ni el disfrute de la vida de “retirado” pudieron mantener al “Chino” fuera de las canchas. Y si su vuelta puede darse con éxito, por supuesto, la tomará con los brazos abiertos.