22 Mayo 2025
Dos fugas de gas amoníaco generaron pánico en la comunidad de Lules este domingo. Hubo que evacuar a los vecinos en unas 10 cuadras a la redonda de la empresa donde ocurrió el incidente, y 84 personas fueron atendidas en el hospital por síntomas de irritación producida por la exposición al producto químico. “Fue una situación muy peligrosa. Afortunadamente se actuó a tiempo”, dijo el toxicólogo Alfredo Córdoba, quien añadió que no hubo que lamentar víctimas graves gracias a que las fugas ocurrieron en un espacio abierto, lo que permitió la dispersión rápida del gas y disminuyó su concentración en el aire. Sin embargo, los efectos no se limitaron a las personas, ya que el producto es un cáustico alcalino que puede causar daños en árboles, animales y plantas, dijo el médico, y así lo señalaron los vecinos.
El incidente está en investigación. La empresa, cuyo gerente dijo que la fuga fue “muy intensa pero inesperada”; que “falló una válvula de seguridad”; que “existe un protocolo de seguridad” y que “no hay fugas recientes”, deberá presentar en 10 días la documentación sobre controles a los organismos pertinentes. Los vecinos, que relataron cómo fueron los momentos de pánico vividos, afirman que ya hubo otros momentos similares. “Esto pasa todos los años. Siempre es en abril o mayo, cuando hacen mantenimiento”, reclamó Ana Argente, residente que contó haber estado afectada en otra ocasión. Otra vecina, Ornella Cipriano, relató que “en otras fugas se había derramado y luego se cortaba. Esta vez no paraba. El humo blanco chocaba con las paredes. Te quema los ojos y la garganta”. Además, dijo que ya se hicieron reuniones con el dueño de la empresa tras otras fugas.
Ahora la empresa está clausurada mientras se analiza lo ocurrido. Hay una firma nacional tercerizada que se ocupa del mantenimiento, que informa al Senasa en la nación y a otros organismos de la provincia. En el hospital informaron que se está haciendo seguimiento casa por casa de los pacientes y hasta ahora no hubo síntomas nuevos.
La cuestión es qué pasará en el futuro. “Necesitamos acciones concretas y que los organismos competentes actúen. Porque son residuos nocivos y tóxicos. No es la salud de una sola persona. Corrió peligro la salud de muchísima gente”, dijo la vecina Cipriano. Al respecto, el legislador Gabriel Yedlin -también médico otorrinolaringólogo- destacó que “cada industria debe ser garante de sus procesos de seguridad y de la no contaminación de su entorno” y el toxicólogo Córdoba coincidió en la importancia de que las industrias cuenten con protocolos claros de actuación ante accidentes. “La exposición sin protección puede ser fatal”. Los vecinos habían destacado que no hay alarmas o sirenas que alerten y que ellos mismos fueron quienes se avisaron unos a otros ante la salida de esa especie de humo blanco en la empresa.
Cabe advertir que hay también una responsabilidad del Estado en lo que hace a la aptitud ambiental y a los controles periódicos, tratándose de una empresa que maneja gases que pueden escapar. Es de suponer que se ha de hacer una auditoría sobre lo sucedido y también que debe haber planteos con respecto a la coincidencia de que haya una firma que opera con productos de riesgo en medio de un vecindario poblado, habiendo en el caso de Lules dos parques industriales lejos de los poblados. Se trata de un problema que no se podría resolver en lo inmediato, y por ello mismo debe garantizarse que no haya más emergencias. Para ello deben ajustarse al máximo la prevención y el control riguroso de las condiciones de seguridad.
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