
El peronismo tucumano está pasmado. Apenas comenzaba a interpretar la reunión de referentes del peronismo antimileísta con Cristina Fernández, cuando, la tarde del viernes, las versiones sobre otro encuentro comenzaron a replicarse en los celulares de la política.
El runrún indicaba que el ex intendente Germán Alfaro estaba en la Casa de Gobierno con el gobernador Osvaldo Jaldo. Las especulaciones bulleron en llamadas y mensajes entre dirigentes de distintos espacios.
Cuentan en los pasillos del poder que el conductor del oficialismo estaba exultante por la información que tenía sobre el resultado del encuentro entre Javier Noguera y Pablo Yedlin y la presidenta del PJ nacional y, con la sonrisa aún dibujada, decidió terminar la semana pateando el tablero.
Altas fuentes de la Casa de Gobierno confirmaron que el resultado de la cita fue que el alfarismo se sumará al frente Tucumán Primero, el armado con el que competirá en las elecciones de medio término de octubre. La incorporación formal del Partido por la Justicia Social (PJS) se hará pública mediante una conferencia de prensa en los próximos días de la que participarán representantes de las 10 fuerzas que conformarán la coalición.
Los mismos consultados comentaron que Alfaro no habría puesto condiciones para sumarse y que los protagonistas habrían quedado en seguir conversando para ajustar algunos detalles.
En la charla habría quedado claro que de los legisladores que llegaron mediante el espacio a la Cámara, los que migrarían al espacio con Alfaro serían Rodolfo Ocaranza y Rolando “El Tano” Alfaro, quienes ya habían advertido que no estaban incluídos aún en el espacio de ex Juntos por el Cambio que apoyarían a Roberto Sánchez como candidato a diputado. Se sumarían también los dos concejales de Capital y los cinco del interior del PJS.
La historia de la relación entre Jaldo y Alfaro tiene demasiados capítulos. En los últimos años pasaron por todos los estadíos: de ser confidentes y a consultarse sobre política en encuentros reservados a la confrontación mediática y de ser aliados institucionales a un distanciamiento. En los últimos tiempos, Alfaro había optado por el silencio y por participar de muy pocas acciones públicas.
Pero hubo un punto de quiebre: la denuncia por presunto fraude financiero. La administración de Rossana Chahla puso la lupa sobre las cuentas de la gestión anterior. Alfaro dijo a este diario que era todo por cuestiones políticas y que respondía a la interna entre Chahla y Jaldo. El ex candidato a la gobernación habría tomado la decisión de dejar el ostracismo y volver al ruedo. “Chahla lo sacó a bailar y él aceptó”, grafican los dirigentes de Capital.
El abanico de preguntas que se abre sobre el asunto es enorme, y aquí hay algunas respuestas a ellas.
¿Por qué Jaldo suma al PJS? Hay motivos concretos y una lectura política. Dentro de los primeros está el pragmatismo. Jaldo estaría dispuesto a sumar a todos aquellos que quieran acercarse al PJ al entender que el panorama está complicado para el peronismo en todo el país. En la mayoría de las capitales provinciales el rendimiento de LLA es muy bueno.
Además, no hay que perder de vista que el jaldismo original está desarticulado en la Capital y que la mayoría de sus representantes ocupan puestos de segundas líneas. En ese contexto, el espacio de Alfaro quedó segundo en la pelea por la intendencia en 2023. Otra razón importante es que sumaría una senadora por dos años: la figura de Beatriz Ávila se volvió la más relevante del PJS. Mantiene buenos contactos nacionales y posiciones importantes en la Cámara Alta.
En cuanto a la interpretación del hecho, puede haber un alerta de jaldeada. Podría ser un mensaje directo al chahalismo, a la negativa de la jefa municipal a ser candidata y a los entredichos durante la reunión de los gabinetes municipal y provincial. No hay demasiadas dobleces en esta lectura: en un movimiento inesperado, Jaldo incorpora al ex intendente cuya gestión está observada y denunciada por el equipo de Chahla.
De todas maneras, esto no implica necesariamente una confrontación ni ruptura y seguirán trabajando en conjunto con la mirada puesta en octubre.
¿Alfaro será candidato? No, según la Casa de Gobierno. Sostienen que en el armado del frente habría quedado establecido que ningún extrapartidario puede ser postulante. Es decir, esto incluiría a Alfaro y a otros afiliados del PJS, que es un partido nacional de distrito.
¿Qué pasará con los otros legisladores? Los otros tres parlamentarios del bloque Compromiso Tucumán-Walter Berarducci, Claudio Viña y Alfredo Toscano- no se incorporarían al acuerdo. Algunos mantienen distancia y otros diferencias políticas con Alfaro. De hecho, expresaron que podrían trabajar para la campaña de Sánchez, en el caso de que sea candidato.
¿Cómo repercutió en el Municipio? La primera reacción en el entorno de la Intendencia fue de sorpresa, la segunda, de molestia. Recibieron y comprendieron inmediatamente la “factura” política. Consideran que lo único positivo sería el ganar la senaduría, pero que el costo podría ser alto. Aseguran que, desde su punto de vista, Alfaro no contaría hoy con un caudal de votos que lo amerite.
¿Cómo cayó en el peronismo de la capital? A algunos bien, a otros muy mal. Los que están de acuerdo aseguran que hay que sumar a la mayor cantidad de referentes para la contienda y que Alfaro es una figura importante. La dirigencia de San Miguel de Tucumán a la que no agradó la noticia es la que más confrontó y repudió al alfarismo. La figura de Alfaro les resulta “irritante” y consideran que es un “traidor” por haberse mudado en su momento a la oposición.
Una foto, dos interpretaciones
La foto de la presidenta del PJ nacional con Noguera y Yedlin generó revuelo y diferentes interpretaciones.
En la Casa de Gobierno, celebraron porque entendieron que el partido no se intervendría y que Cristina Fernández habría aplacado la posibilidad de que la interna tome ribetes fuertes. “Tucumán no se divide, el peronismo va unido. Los bajó”, leyeron en los alrededores del despacho gubernamental. Además señalaron que el gran ausente en la imagen es el senador Manzur y que eso sería un símbolo de lo que sucedió. A la hora de la posible incorporación de los antimileístas a la nómina, dejaron entrever que ven dificultades para que ello suceda porque no hay diálogo con ellos.
En la Casa de Gobierno no hay candidatos definidos, pero las opciones siguen siendo las mismas que se publicaron la semana pasada en esta columna. Hasta aquí, los nombres que se analizan son los del propio Jaldo, la diputada Gladys Medina, el ministro Regino Amado (sería el único del Gabinete con chances) y el legislador Gerónimo Vargas Aignasse. Cerca del mandatario aseguran que todas sus acciones responden a que desea garantizar el triunfo y que por ello podría ponerse él mismo a la cabeza de la nómina como testimonial.
En la línea del peronismo nacional, aseguran que la realidad es totalmente diferente. Afirmaron que Cristina ratificó el apoyo a la vertiente y al candidato estén o no en un acuerdo con Jaldo. Ratificaron que seguirán en carrera y que, de hecho, tienen una reunión prevista con Sergio Massa en los días que vienen. Llamarán a la unidad del peronismo y esperarán a ver qué pasa. Pero expresan que seguirán firme tanto en su participación electoral como en su postura anti Milei.
Añadieron que Manzur, que es el interlocutor con la ex mandataria, no participó porque se encontraba de viaje en el sur del país al momento de la convocatoria.
Los movimientos en el peronismo tucumano, que está pasmado, no cesan y los vaivenes seguramente seguirán hasta la campaña. De ambos espacios prometen que habrá novedades y una contienda cuanto menos interesante.