LA GACETA / Foto de Diego Aráoz
En su estatus de franquicia nueva, Tarucas se construye partido a partido, semana a semana, en su primera experiencia en el Súper Rugby Américas. Eso lo lleva a cambiar nombres dentro del equipo habitualmente, más allá de tener una base afianzada. Quien aprovechó la chance al máximo fue Mateo Pasquini, que, tras debutar en el triunfo sobre Peñarol en Uruguay, fue una de las figuras en la victoria 41-21 sobre Selknam la semana pasada. Mañana, desde las 20, buscará repetir en un duelo clave ante Dogos por la fecha 12.
Con apenas 19 años, Pasquini fue incluido en el plantel dirigido por Álvaro Galindo en calidad de jugador M20, con la intención de que sumara roce de cara al Rugby Championship y al Mundial de la categoría. El wing de Tucumán Rugby integró varias convocatorias de Los Pumitas, aunque no quedó en la lista final para el Rugby Championship. Sin embargo, la baja de Martiniano Arrieta —quien sí viajó con el seleccionado nacional justo cuando se había ganado la titularidad en Tarucas— le abrió una puerta a Pasquini. Y no la dejó pasar.
Primero tuvo la chance de debutar en Uruguay. Con una buena actuación, aunque sin tantas oportunidades para mostrar su calidad individual, fue titular en el triunfo 35-28 sobre Peñarol. “Fue una locura. Me venía sintiendo bien, pero no me esperaba estar en la lista. Antes de entrar a la cancha estaba un poco nervioso, pero apenas la pisé, mi concentración estaba a un alto nivel”, aseguró Pasquini.
“Fue todo 10 puntos”, afirmó, al tiempo que reveló que le gustó la experiencia de jugar en césped sintético. “Sentía que podía correr más, que no me cansaba; quizás era la adrenalina, la emoción del primer partido, ja”, reflexionó.
Tras ese buen debut, Pasquini se ganó la chance de repetir titularidad ante Selknam, en “La Caldera del Parque”. Y esta vez, sí, dejó su huella a lo grande: marcó un gran try, explotando su velocidad y su habilidad, y desató el delirio de los miles de tucumanos que coparon las tribunas. Su gran actuación, incluso, le valió no sólo ser incluido en el equipo ideal de la fecha, sino también ser elegido el mejor jugador.
“Fue un día inolvidable, una experiencia única. Que hayan estado todos mis familiares, mis amigos, mi novia, y que se haya dado así el resultado, es algo que no voy a olvidar nunca”, remarcó. Posteriormente, relató la jugada del try, que comenzó con un gran movimiento de Benjamín Garrido, pilar de Huirapuca, a quien Pasquini destacó: “Impresionante cómo tomó la marca”, dijo.
“Siempre tuve como objetivo el ingoal. Al primero que me vino a marcar sentía que lo pasaba; empecé a correr, y cuando me quedaba sólo el fullback, que estaba bien parado, y veía que se acercaban más, dudaba si ir por adentro o por afuera, donde quizás arriesgaba un poco más la pelota”, relató Pasquini.
Tras decidir eludir hacia adentro, la jugada fluyó de manera positiva. “Veo que el fullback se resbaló un poco, pero me agarran de atrás. Estaba a cinco o seis metros del ingoal y sentía que no me podía caer porque no sabía si tenía apoyo atrás. Cuando veo que podía seguir traccionando, caigo a un metro, y no se me ocurrió otra cosa que estirar el brazo, y que sea lo que Dios quiera”, continuó Pasquini. Para fortuna suya —y de sus compañeros—, el movimiento fue válido y el try fue convalidado. “Había hecho tries así en juveniles con mi club, pero esto fue otra emoción”, aseguró.
Pasquini contó que toda su familia, lógicamente, estaba eufórica tras el partido. Pero, por sobre todas las cosas, destacó el intercambio con su padre, Federico, a quien cataloga como su entrenador personal.
“Mira siempre todos mis partidos desde que soy chiquito. Siempre está para opinar, dar un consejo o ajustar detalles, y el 90% de las veces tiene razón. Tuvimos una buena charla después del partido, estaba muy orgulloso”, remarcó el wing de Tucumán Rugby. Federico también fue jugador del “Verdinegro”, aunque debió dejar la actividad a temprana edad por una lesión en la rodilla. Luego se inclinó por el polo, un deporte que el propio Mateo practicó buena parte de su vida. “Cuando me empezó a ir bien con el rugby, un poco lo empecé a dejar de lado. Es un deporte que está bueno visitarlo de vez en cuando, porque me parece muy lindo. Últimamente no lo vengo jugando, pero en el verano fui una vez a mover los caballos, a taquear; son cosas que te distraen y te cambian totalmente la cabeza”, reveló.
No quieren que se termine
Para Pasquini, la de Tarucas es su primera experiencia profesional y la está aprovechando al máximo.
“Para mí, es un lujo. Estoy compartiendo con gente increíble, y jugadores de una calidad impresionante. Le estoy sacando todo el provecho posible, aprendiendo un montón de los jugadores y los entrenadores. Me está ayudando mucho como jugador y como persona”, destacó Mateo.
Centro durante su etapa de juveniles y, además de wing, fullback en sus últimos años —“disfruto las dos posiciones por igual”, aseguró—, Pasquini está retribuyéndole al equipo todo lo aprendido en este tiempo. Y espera poder hacerlo más allá de la primera fase. Porque, claro, la ilusión de Tarucas es clasificar a semifinales.
“Semana a semana se va construyendo, tanto el equipo como el grupo. Cada derrota fue un aprendizaje. Fuimos corrigiendo cada vez más y aumentó la concentración a medida que veíamos que estábamos más cerca de llegar a una posible semifinal”, analizó el wing sobre el crecimiento del equipo desde su primer día de trabajo.
El buen trabajo y los buenos resultados llevaron no sólo a que el equipo consiga sus mejores marcas en las últimas semanas, sino también a que disfrute el camino. “Hay una intensidad muy linda, una energía muy buena. Estamos muy unidos como grupo, ajustando los mínimos detalles para estar en el mejor nivel. Ojalá los próximos partidos se den de forma positiva; las ganas sobran”, apuntó Pasquini.
Tan buena onda hay dentro de Tarucas, que más que por lo deportivo, el equipo quiere avanzar a semifinales para poder compartir una semana más. “Apuntamos a tener una semanita más como equipo; si no pasamos a semis, se termina antes, así que nos gustaría esa semana para seguir disfrutando”, expresó Pasquini. Mientras atraviesa las últimas semanas de la primera temporada de la franquicia del NOA, asegura que su cabeza está en Tucumán. “No tengo pensado irme afuera por ahora, ni nada por el estilo. Mis pensamientos están completamente acá, con mi familia, la facultad y mi club”, concluyó el joven wing, una de las grandes apariciones del equipo de Galindo.







