

Cada 14 de mayo, el santoral de la Iglesia católica conmemora a San Matías, el apóstol que ocupó el lugar de Judas Iscariote tras su traición a Jesús. La fecha destaca por su significado en la historia del cristianismo y por la figura de un discípulo poco mencionado, pero clave en la continuidad del grupo de los doce.
¿Quién fue San Matías?
Según los Hechos de los Apóstoles, tras la muerte y resurrección de Jesús, Pedro propuso a la comunidad elegir a alguien que hubiera seguido a Cristo desde el bautismo de Juan hasta la Ascensión. Se presentaron dos candidatos: José Barsabás y Matías. Luego de una oración, echaron suertes, y el elegido fue Matías, quien así fue contado entre los apóstoles.
Aunque no figura en los Evangelios, se cree que Matías predicó en Judea y después en regiones de lo que hoy es Turquía o Georgia. La tradición sostiene que murió mártir, aunque las versiones sobre su muerte varían: algunas fuentes dicen que fue crucificado, otras que fue decapitado.
El simbolismo de su elección
La historia de San Matías tiene un fuerte contenido simbólico. Su elección por sorteo fue interpretada como una señal de que Dios mismo lo había designado. También representa la renovación del grupo apostólico, restaurando el número doce, que remite a las doce tribus de Israel.
La figura de Matías es especialmente significativa en tiempos de crisis o pérdida, ya que encarna la posibilidad de renovación, reparación y continuidad.
Otros santos del día
Además de San Matías, el 14 de mayo también se conmemora a:
Santa María Mazzarello: fundadora, junto a San Juan Bosco, del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
San Bonifacio de Tarsis: mártir del siglo IV, conocido por su conversión tras haber viajado a buscar reliquias de mártires.
San Miguel Garicoïts: sacerdote francés fundador de los Padres del Sagrado Corazón de Betharram.
Una fecha para recordar la fe en lo colectivo
Más allá de lo estrictamente religioso, el 14 de mayo es un día que remite al valor de las comunidades, a la importancia de encontrar nuevos caminos tras una pérdida y al rol de aquellos que, aunque discretos, sostienen las grandes causas.







