
En los torneos largos, la mayoría de los clubes tienen una tarde en la que la pelota no dobla. A San Martín de Tucumán le pasó en Villa Crespo, donde se topó con un rival efectivo y una jornada en la que las virtudes propias no alcanzaron. Pero en vez de alarma, en los pasillos de La Ciudadela hay mesura: el equipo de Ariel Martos sigue siendo líder y confía en su identidad para volver rápidamente al camino del triunfo.
Aunque el golpe contra Atlanta fue fuerte, en el “Santo” se mantiene la tranquilidad tal como el técnico expresó en zona mixta una vez finalizado el partido. En el plantel entienden que la caída en algún momento iba a llegar. El invicto no era eterno y, pese al traspié, el equipo continúa como líder de la zona. Sin embargo, si quiere mantener la cima y llegar con confianza al duelo contra Racing de Córdoba, el “Santo” necesita reaccionar rápido. Y para eso, Martos deberá volver a apoyarse en los pilares que hicieron de su equipo uno de los más sólidos del torneo.
El primero de esos cimientos es la jerarquía y seguridad de su capitán: Darío Sand. El arquero volvió a destacarse incluso en la derrota. Sus atajadas, primero ante Lautaro Fedele y luego en una doble intervención frente a Nicolás Previtali, evitaron una diferencia mayor en el marcador. Aunque nada pudo hacer frente al golazo de Federico Bisanz, su voz de mando y su experiencia serán claves para ordenar la defensa y devolverle serenidad al equipo en el cruce del sábado.
La solidez defensiva, justamente, fue una de las grandes virtudes de San Martín en lo que va del año. Pero en la cancha del “Bohemio” esa estructura mostró grietas. El bloque del fondo no tuvo su mejor tarde y los laterales, Federico Murillo y Hernán Zuliani, estuvieron lejos de su nivel habitual. Recuperar la firmeza de la última línea será esencial para volver a construir desde atrás una victoria en La Ciudadela.
En la mitad de la cancha, una de las noticias alentadoras fue el regreso de Juan Cuevas, que volvió a sumar minutos tras su lesión muscular. Si bien en su regreso no logró pesar en el juego, su sola presencia es un alivio para Martos, sobre todo porque no podrá contar con Matías García, suspendido por acumulación de amarillas. De esta manera, el DT ya trabaja en variantes para recuperar fluidez en la generación de juego, uno de los aspectos más flojos en la derrota por 3 a 1.
Otra preocupación para el entrenador es el rendimiento de Gustavo Abregú, que arrancó muy activo en Villa Crespo pero terminó protagonizando una jugada desafortunada que derivó en el tercer tanto de Atlanta.
Martos sabe que necesita recuperar en lo anímico al volante, quien había tenido buenas proyecciones en el torneo, para que no pierda confianza en un tramo clave de la primera rueda.
Lo que sí sigue firme es el ataque. La sociedad entre Franco García, Juan Cruz Esquivel y Martín Pino volvió a dejar una buena imagen, pese a la derrota. Esquivel fue quien asistió a Pino en el descuento, que sirvió más para la estadística que para el resultado, pero que demuestra que el tridente ofensivo puede marcar diferencias. Pino ya suma cuatro goles con la camiseta de San Martín y es uno de los nombres fuertes del equipo de mitad de cancha hacia adelante.
Martos tendrá una baja sensible
Con la baja de Matías García, Martos se verá obligado a meter mano en el equipo. Durante la semana evaluará opciones, analizará rendimientos y buscará el “11” que mejor se adapte al nuevo desafío. San Martín sabe que no puede relajarse: lo que se viene es Racing de Córdoba, un rival que no dará tregua y que se ubica a siete unidades del primer puesto.
En La Ciudadela entienden que el golpe fue parte del juego, pero también que no hay mucho tiempo para lamentos. Como en un buen contragolpe, el equipo debe reaccionar con velocidad, aprovechar los espacios que deja el adversario y volver a mostrar su mejor versión. Porque el torneo todavía tiene muchos partidos por delante, pero los que vienen pueden empezar a definir el rumbo.