

La determinación de Santiago Agüero, el joven ciclista oriundo de Monteros, se refleja en cada pedalada y se confirma con cada victoria. Tras una prometedora primera incursión en el ciclismo europeo en 2024, su decisión de radicarse nuevamente en el Viejo Continente comienza a dar frutos rápidamente. Apenas un mes después de su llegada, ya levantó los brazos en señal de triunfo, una clara muestra de su adaptación y del acierto en su apuesta por un ciclismo de alto rendimiento.
Su ambición es clara: transformar su pasión en un proyecto de vida, una meta que persigue con disciplina y trabajo diario.
La conquista de la clasificación general en la novena edición de la Challenge As Rías Baixas, una exigente prueba por etapas disputada en el corazón de la pintoresca región gallega, en la provincia de Pontevedra, representa un hito significativo en su joven carrera. Este triunfo no solo confirma su talento y capacidad competitiva en terrenos exigentes, sino que también reafirma la elección de Europa como base estratégica para su desarrollo.
“Volví para tener mi segunda temporada en Europa porque en la primera tuve buenos resultados y me adapté al terreno sin problemas”, explica Agüero, quien destaca el respaldo del equipo Voltia-Lvcvs Avgvsti (“El Bosque de Augusto”, en latín), con el que mantiene un vínculo gracias a su rendimiento y evolución.
Con apenas 18 años, reside en Lugo, Galicia, un entorno que le brinda condiciones ideales para su desarrollo deportivo. Atraído por los paisajes, el clima y la calidez de la gente, ha encontrado en esta región un hogar lejos de su Tucumán natal. Consciente de las exigencias del alto rendimiento, decidió postergar sus estudios para dedicarse por completo a la bicicleta, una entrega total que asume con convicción.
La diferencia entre el ciclismo en Tucumán y el europeo, según sus propias palabras, es “muy grande”. En Europa, la profesionalización se expresa en la rigurosidad de los entrenamientos, la disciplina en los hábitos y una mentalidad orientada a alcanzar la elite del ciclismo mundial. Agüero sabe que ese es el único camino para cumplir su sueño.
Lugo se presenta como un enclave estratégico para su preparación. La geografía montañosa y rural de la provincia ofrece un terreno de entrenamiento inigualable tanto para el ciclismo de ruta como de montaña. A diferencia del escenario que conocía en Argentina, hoy Agüero se encuentra en un entorno que valora y fomenta la cultura ciclista: rutas señalizadas, una creciente afición al cicloturismo, políticas deportivas locales que promueven el ciclismo con información altimétrica y señalización de puertos, así como la presencia de clubes y escuelas de formación.
Con la temporada apenas iniciada y un calendario ya definido, su rendimiento invita al optimismo. Superar los objetivos propuestos podría abrirle las puertas a nuevas e importantes competencias, acercándolo cada vez más a su sueño de convertirse en ciclista profesional. Su pasión, heredada de una tradición familiar, es el motor que lo impulsa a seguir avanzando. Si bien tuvo una breve incursión en el fútbol, desde los 14 años la bicicleta se volvió su compañera inseparable, siguiendo los pasos de su padre y su abuelo, referentes del ciclismo local. Hoy, se perfila como un talento con potencial para superar sus logros.
Al repasar las competencias que marcaron su trayectoria, Agüero menciona con entusiasmo la Volta a Barbanza, el Memorial Emilio Fernández, su cuarto puesto en la contrarreloj y el noveno en la prueba en línea del Campeonato de Galicia, su victoria en el Troféu Minho Galaico, su participación en la Vuelta a Cantabria UCI, y nada menos que en el Mundial de Ruta en Zúrich. De la temporada 2025, destaca con especial cariño los Campeonatos Nacionales de Argentina y, por supuesto, su reciente consagración en la Challenge As Rías Baixas.
Su mirada está puesta en el futuro: sumar carreras de prestigio internacional, recorrer nuevos países y ciudades, y alcanzar mejores resultados que le permitan consolidarse como profesional. Es plenamente consciente de los sacrificios que exige este camino, pero su determinación y amor por el ciclismo lo empujan a afrontar cada desafío con valentía. “A largo plazo sueño con llegar a ser profesional”, afirma con una convicción respaldada por sus logros recientes y un talento que sigue creciendo.







