
Difícil es que no se conozca su nombre y no solo en la comunidad artística, sino como un verdadero emblema feminista. Pero además, por sus pesares. Frida Kahlo es un personaje popular sobre todo en Latinoamérica; también usada como un atractivo turístico para México.
La obra “Frida Viva la Vida” está ambientada durante la celebración del Día de los Muertos, y transporta al público a su intimidad, a sus reflexiones sobre su vida mientras prepara una mesa para sus invitados: Diego Rivera, Rockefeller y Trotski.
“Lo que aporta Frida a este presente sigue siendo la fortaleza y la resiliencia. Para mí era importante también poder empatizar con su inmenso dolor, con toda la transformación que ha sufrido su cuerpo a lo largo de sus 47 años. Y bueno, fue muy doloroso encarnarla. Al principio fue empatizar con ese cuerpo permanentemente dolorido, con la sensación de ausencia y de soledad en muchos espacios en los que ella pasaba mucho tiempo sola; al mismo tiempo ponderar su enorme teatralidad”, afirma Laura Azcurra, la actriz que protagoniza la pieza dirigida por Julia Morgado esta noche a las 21 en Teatro Puerto Libertad (Las Piedras 1850).
- El personaje de Frida es muy conocido, su historia, sus conflictos. ¿Qué cree usted que esta obra aporta ? Frida es casi una moda.
- Bueno, creo que lo que aporta Frida a este presente sigue siendo la fortaleza y la resiliencia. Me parece que una mujer tan potente, con tantas dificultades en la vida, principalmente con respecto a su salud, a su cuerpo, y también al estar acompañando a un varón como fue su compañero Diego Rivera durante tanto tiempo, una personalidad muy fuerte, muy importante de México, un maestro de maestros, también la hizo enraizarse aún más en su personalidad, en su deseo y en mostrarse auténtica. Creo que la moda, en realidad, la fridamanía que podríamos decir, es un poco es inevitable porque es un personaje muy pintoresco, muy colorido, en un momento en donde también ponderaba mucho la identidad; siempre tenemos el recuerdo de Frida con su peinado lleno de flores y sus vestidos de tehuana, un vestuario de las trabajadoras campesinas, ella está empatizando siempre con los trabajadores del campo y en la lucha también del pueblo trabajador. No nos olvidemos que Frida nació en 1907 y la Revolución Mexicana fue en 1910.
- El contexto, sí
- Había todo un contexto histórico y social muy potente vinculado con la identidad, con los trabajadores organizados y queriendo mejoras en muchos aspectos, y bueno, y ella también como militante y activista política del Partido Comunista, junto con sus amigos y también su compañero, han hecho de ella una persona con mucha empatía. Sí, pensando siempre en la otredad, ¿no? Y principalmente en la clase trabajadora. Entonces creo que este personaje, esta persona, en realidad, siempre nos recuerda algunas emociones y acciones básicas, ¿no? Que tenemos que recordar una y otra vez, más en estos tiempos.
- ¿Cómo hizo para ponerse en el personaje?
- Bueno, para encarnar el personaje, felizmente hay muchísima biografía, hay mucho material, películas documentales, extraordinarias biografías que estuve leyendo y que sigo leyendo porque hay muchísimo material, pero principalmente su diario, ella escribió un diario íntimo desde los 36 años hasta su muerte, un diario que fueron casi 10 años de dibujos, de expresiones, de una palabra escrita, o sea hay una Frida también escritora en ese diario, solamente pintora con sus dibujos y sus expresiones emocionales a través de los dibujos y las pinturas, sino también una dramaturga, podríamos decir, una poeta. Entonces trabajé bastante con el diario porque también es una forma de escuchar su voz en primera persona. Como siempre decimos, la historia está escrita por otros, la historia generalmente está escrita por varones, y en el caso de Frida creo que es muy importante poder escuchar y leer su sentir en primera persona. Hay infinidad de cartas que ella escribió para sus amigos, tenía muchos amigos y muy queridos, cartas a sus doctores. Y entonces por suerte había mucha referencia Pero para mí era importante también poder empatizar con su inmenso dolor, con toda la transformación que ha sufrido su cuerpo a lo largo de sus 47 años. Y bueno, fue muy doloroso encarnarla. Al principio fue empatizar con ese cuerpo dolorido, con la sensación de ausencia y de soledad en muchos espacios. Ella era muy carismática, una parte de su personalidad que poco se conoce o que se habla como siempre del lado más morboso, de lo sufrido, de lo angustioso, pero hay todo un costado de Frida muy vital. Amaba a vida, era una mujer muy curiosa, muy vital, con mucho sentido del humor, humor negro y muy profundo y en otros, también muy naif, entonces también ponderamos junto con la directora, con Julia Morgado, poder compartir esos colores de su vida y de su personalidad. Así que también es muy amoroso compartir ese costado divertido y desfachatado.
- ¿Trabaja con algún método?
- A la hora de trabajar el método de composición de personajes no hay uno solo, hay varios. Si bien yo tengo una formación lo que sería de teatro clásico luego estudié comedia del arte y eso me llevó a estudiar máscara neutra y eso me llevó a profundizar y entrenar en la improvisación que es otra rama teatral y donde todo eso se complementa con mis estudios de flamenco. Me gusta pensar que cada actor tiene su método, y vamos usando las diferentes herramientas como si fuese un enorme baúl de herramientas donde vamos usando cada cual depende de lo que requiera el trabajo, ¿no? Esto es un oficio, entonces me gusta pensar en que de acuerdo a lo que se necesite y a lo que requiera el personaje se utilizan las herramientas.