Mientras McLaren disfruta su gran presente y se ilusiona con volver a ganar el campeonato de constructores, Red Bull confía en el talento de Max Verstappen para mantenerse arriba, y Mercedes sobrevive sin brillar. En cambio, Ferrari está lejos de los primeros planos. Solo consiguió un podio en seis fechas y sus resultados están muy por debajo de lo esperado. El tercer lugar de Charles Leclerc en Jeddah fue su mejor actuación, mientras que Lewis Hamilton logró un quinto puesto en Bahrein como mejor marca. El fin de semana en Miami volvió a mostrar las grietas internas del equipo.
“La atmósfera está muy relajada. Necesitamos mantener la concentración y seguir trabajando duro para resolver los problemas”, declaró públicamente Frederic Vasseur, tratando de restarle dramatismo al flojo rendimiento en Florida, donde Leclerc fue séptimo y Hamilton octavo. Pero el malestar quedó en evidencia. “Esta puesta a punto es terrible”, se quejó Hamilton por la radio en plena carrera. Luego agregó con ironía. “Los autos Lego se sentían mejor que éste. ¡Dénme uno de esos!”.
El conflicto se agravó tras un auto de seguridad virtual. Hamilton, con mejor ritmo que su compañero, se quedó detrás de Leclerc y exigía una orden de equipo. “Estoy arruinando mis neumáticos detrás suyo. ¿Quieren que me quede sentado detrás de él toda la carrera?”, lanzó con fastidio. Desde el muro respondieron. “Queremos dejarle el DRS a Charles. Sigan así”. Poco después llegó la orden: “Intercambien posiciones”. Pero Hamilton no dejó pasar la oportunidad para otra ironía. “Tómense un tecito mientras tanto. No es un buen trabajo de equipo. No diré nada más”.
Con el paso de las vueltas, Ferrari le devolvió la posición a Leclerc, ya que Hamilton, con neumáticos medios, no logró mostrar mejor ritmo.
Entonces apareció Carlos Sainz, ahora piloto de Williams, para meterle presión. “Está 1s4 atrás”, le avisaron a Hamilton, que respondió molesto. “¿Quieren que también lo deje pasar?”. En la última vuelta, ambos protagonizaron un duelo cuerpo a cuerpo, con tres roces rueda a rueda. Sin embargo, tras la carrera se abrazaron, entendiendo que lo que pasa en la pista, queda en la pista.
Tensión interna y desafíos futuros
“Entiendo la frustración de los pilotos en el auto porque quieren ganar, pero al final tomamos la decisión correcta para el equipo”, explicó Vasseur. “No veo lo sucedido como un problema en absoluto. Estábamos intentando averiguar si Lewis era más rápido o si sólo eran los DRS. Nos llevó una vuelta y media tomar la decisión. Luego aplicamos la regla del equipo e intercambiamos las posiciones. Hablé con Lewis y el ambiente era mucho más relajado”.
Con el ánimo más calmado, Hamilton también bajó el tono. “Hay gente que dice cosas mucho peores. Perdí mucho tiempo con respecto a Charles y pensé que debía tomar una decisión rápidamente. Hay que entender que es frustrante, pero fui más sarcástico que otra cosa”.
Ferrari suma 94 puntos y está cuarto en el campeonato de constructores. El próximo desafío será en casa, en el Gran Premio de Emilia Romagna, en el autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola. Un escenario ideal para intentar recomponer la imagen.







