Estafa a jubilados: condenaron a dos hermanos que simulaban ser enfermeros del PAMI para robarles

Durante el juicio se expuso cómo Diego y Federico Córdoba, de 32 y 33 años respectivamente, engañaban a personas mayores, aprovechándose de su vulnerabilidad.

FOTO Gentileza del Ministerio Público Fiscal. FOTO Gentileza del Ministerio Público Fiscal.
06 Mayo 2025

Dos hermanos fueron condenados por estafar a jubilados haciéndose pasar por enfermeros del PAMI. La justicia dictó sentencia contra Diego Córdoba, condenándolo a seis años y diez meses de prisión efectiva, por estafar a adultos mayores. Su hermano, Federico Córdoba, fue absuelto en dos de los cargos y recibió una pena de dos años de prisión condicional.

En el juicio, que cerró ayer, se expuso cómo Diego y Federico Córdoba, de 32 y 33 años respectivamente, engañaban a personas mayores, aprovechándose de su vulnerabilidad.

Durante la última jornada, el juez Lucas Taboada determinó la culpabilidad de Diego por el delito de estafa reiterada, mientras que Federico fue declarado culpable de un solo hecho de estafa, siendo absuelto de los otros dos.

Las diferentes condenas

La fiscal Mariana Rivadeneira, a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, detalló cómo los hermanos se presentaban como empleados del PAMI, ofreciendo cuidados y ayuda con trámites para generar confianza. 

La auxiliar fiscal Brenda Deroy había solicitado una pena de 13 años de prisión para ambos, argumentando que "abusaron de la confianza y el cariño de los abuelos para apoderarse de sus patrimonios". 

“Lo más grave aún -dijo la fiscal- es que pusieron en riesgo su salud. Les mintieron que eran enfermeros del PAMI, les prestaron asistencia que no les correspondía, se aprovecharon de lo sentimental y de sus conflictos familiares”.

Cómo engañaban a las víctimas

Los hermanos Córdoba se ofrecieron a ayudar a una mujer con su abuelo de 83 años, quien se encontraba en silla de ruedas. Con la excusa de trámites médicos y jubilatorios, obtuvieron poderes sobre sus bienes. Incluso, lo mantuvieron oculto durante seis días en una localidad alejada, apropiándose de un plazo fijo de más de 11 millones de pesos.

En otro caso, se ganaron la confianza de una anciana de 76 años, ofreciendo ayuda legal y con trámites bancarios. La convencieron de entregarles dinero para supuestas gestiones, se quedaron con parte de los fondos destinados a su madre, lo que generó un perjuicio económico significativo.

Aprovechándose de su cercanía como vecinos, los Córdoba se ofrecieron a ayudar a un matrimonio de jubilados con un juicio laboral. Bajo la promesa de una importante suma de dinero, los persuadieron de tomar préstamos que luego se apropiaron. Incluso, uno de los hermanos se hizo pasar por la víctima para obtener un préstamo adicional de una prestamista.

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