Trabajar es saludable, además de necesario. Mantiene el cuerpo y la mente activos, permite especializarnos y desarrollar nuevas capacidades y mejorar habilidades de comunicación, en la mayoría de los casos. Pero diferentes estudios demostraron que excederse en horas de trabajo puede tener consecuencias nocivas para la salud que impacten tanto contra el aspecto físico como el mental.
En un artículo de Rachel Fairbank publicado en la revista National Geographic se plantearon los riesgos para la salud del trabajo en exceso. Según la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, trabajar más de 55 horas a la semana fue responsable de 745.000 muertes por accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas en 2016.
Estrés asociado al exceso de trabajo
Mantener el cuerpo siempre en estado de alerta, una condición que produce el estrés, hace que el organismo genere constantemente cortisol, la hormona también conocida como "hormona del estrés". Si el estrés se vuelve crónico, puede desencadenar en hipertensión, dolores de cabeza, ansiedad, depresión, problemas digestivos y cardíacos.
Además, ocupar gran parte del tiempo de la semana en actividades laborales, reduce el tiempo para incluir en el calendario otras actividades saludables o de esparcimiento como la ejercitación o los paseos al aire libre. “Cuando trabajas demasiado, no tienes tiempo para dormir lo suficiente, ni para comer bien, ni para hacer deporte”, detalla el investigador del Hospitl y Universidad de Angers-Inserm Alexis Descatha.
El problema del estrés es que los efectos negativos pueden resultar evidentes en el largo plazo y demorar hasta 10 años en manifestarse. Aunque los efectos más notorios se dan en quienes trabajan más de 55 horas semanales, también pueden manifestarse en otras medidas en quienes trabajan más de 40. “Incluso la semana de 40 horas no es tan buena desde el punto de vista de la salud”, sostiene Grace Sembajwe, investigadora de la Universidad de Indiana en Bloomington.
Por otra parte, quienes trabajan en oficinas y pasan mucho tiempo sentados pueden tener efectos particulares sobre la salud. Pasar largas horas en un escritorio se asocia a enfermedades crónicas como hipertensión arterial o diabetes de tipo 2. Las consecuencias empeoran tanto más tiempo permanezca el trabajador inactivo. Los oficinistas tienen riesgo de padecer lesiones por sobrecarga, dolor en el cuello dolor lumbar debido a su postura.
Todos estos problemas pueden solucionarse incluyendo pausas activas en la jornada laboral, practicando actividad física a diario y, sobre todo, poniendo un límite al horario laboral para impedir que acapare todo el tiempo de la semana.