Recuerdos fotográficos: un desorden encantador
En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
Era la visita obligada de los sábados. Familias completas llegaban hasta el lugar para “hacer las compras”. Había que ir temprano para encontrar lo mejor. Incluso para estacionar. Autos, carros y motocarros se disputaban los lugares. Adentro era un hervidero. Cada puesto era como una enorme jaula donde cabía toda la mercadería y en la puerta, una mesita y una silla era el mostrador de las negociaciones. Es que cada compra aceptaba una negociación más para conseguir el mejor precio y volver a casa con la verdura fresca y más barata para cocinar toda la semana.
El Mercado de Abasto tenía su encanto en medio del desorden. No era fácil caminar por las anchas galerías que siempre tenían algún vendedor o algún cajón con mercadería que se convertían también en un obstáculo o en una parada obligada. En las calles internas a veces las mejores verduras o los mejores pollos o achuras estaban en los carros que se habían estacionado estratégicamente. La foto que registra escenas típicas del mercado que hoy es un complejo gastronómico y el hotel Hilton fue tomada en la década de 1970.








