El problema de las tarjetas de colectivos: dónde se consigue actualmente la Tarjeta Independencia

El problema de las tarjetas de colectivos: dónde se consigue actualmente la Tarjeta Independencia

Durante las primeras horas del día, los tucumanos recorrieron la ciudad en búsqueda del plástico que es el nuevo sistema de pago para los colectivos interurbanos. Filas, escasez y bronca en el último día de vigencia de la Tarjeta Ciudadana.

La Tarjeta Ciudadana, que durante años fue el pase diario al transporte interurbano (líneas 100 en adelante), se despide hoy, 30 de abril, para dar paso a un nuevo sistema: la Tarjeta Independencia. Pero mientras los cambios tecnológicos avanzan en los papeles, en la calle el panorama es muy distinto: falta de stock, largas filas, confusión y enojo marcan una jornada caótica para quienes aún no lograron conseguir la nueva tarjeta. Desde temprano, decenas de usuarios recorrían San Miguel de Tucumán —mapa en mano o guiándose por el celular— visitando kioscos y puntos habilitados con la esperanza de encontrar el plástico, que escasea en varios locales.

Faltantes y enojo: la mirada de vendedores y usuarios

En los medios de comunicación ya se había informado días anteriores cuáles serían los puntos de entrega tanto en el centro tucumano como en el interior de la provincia. LA GACETA recorrió seis puntos del microcentro tucumano, en barrio norte y barrio sur, para consultar a los vendedores cómo iba la venta y a los usuarios si encontraban los plásticos.

En el punto de venta de Maipú 121, casi esquina San Martín, un empleado fue claro: “No hay nada de plástico. Hasta el lunes vendimos, pero nos dijeron que tienen que imprimir de nuevo. Hasta nuevo aviso, no habrá tarjetas”. En este lugar se encontraba Marcela Ordoñez, acompañada de su hija Giselle, quien relató su búsqueda frustrada: “Venimos recorriendo varias direcciones y no la estamos encontrando. Somos de Tafí Viejo, la necesitamos: ella para el colegio y yo para mi trabajo en un consultorio médico”.

En 25 de Mayo 22, frente a plaza Independencia, Agustina, quien trabaja en el lugar, explicó que el stock también se agotó: “Capaz que la semana que viene volvamos a vender. Tuvimos hasta el domingo, unas 800 tarjetas. La gente se queja del precio, de por qué hay tantas tarjetas, algunos piensan que es un afano”. En este mismo lugar se encontraba Cristina quien vive en Villa Amalia. Ella sí pudo retirar su tarjeta de manera gratuita en el operativo del Complejo Belgrano: “Fui el lunes 28, no había nadie. Retiré dos: para mí y mi hija que va a la facultad. Nos manejamos con el 11 o el 141, así que tenemos que tener dos tarjetas porque no vienen a horario. Es engorroso este sistema”.

Así como Cristina, muchas personas pudieron acceder al canje gratuito de la tarjeta Ciudadana por la Independencia. El operativo se realizó desde el lunes 28 hasta hoy en el Complejo General Belgrano (Av. Roque Sáenz Peña y Lamadrid) de 7 a 13. Sin embargo, según testimonios, las filas llegan a ocupar varias cuadras. Camila, estudiante, desistió al ver la cantidad de gente: “Había tres cuadras de cola y estaba la policía. No puedo quedarme sin tarjeta, no tengo otro medio de movilidad”.

Distribución irregular, reventa y un sistema sin unificación

En 24 de Septiembre y Congreso, Micaela, quien atiende en ese local, contó que vendieron 1.500 tarjetas en pocos días: “Desde el sábado no hay más. Hay diferencia de precios, la Sube sale $1.500, la Independencia $3.000. La queja de la gente es constante”.

Belén Castro se encontraba saliendo de este punto. Es usuaria del 124 y del 29 y se lamentaba: “Vengo desde el hospital Centro de Salud, que es donde trabajo caminando y ninguno de los puntos tiene. Me muevo en el urbano e interurbano. Si no la consigo, tendré que pagar taxi y me sale mucho más cara esa opción”. Otra usuaria es Victoria Ancari, jubilada de 73 años, que recorría los puntos habilitados sin suerte: “Vivo en Las Talitas y uso el 101, 07 o 107. Necesito la tarjeta para ir al médico o hacer trámites. Voy a seguir buscando”. Marcia, docente que da clases en Las Talitas y Yerba Buena, consiguió la tarjeta la semana pasada en este drugstore pero pidió unificación del sistema: “Gastó $4.000 por día en pasajes y encima tengo que estar gastando en el plástico. Es mucho. Debería haber una sola tarjeta para todos”.

Exequiel, empleado en un local de General Paz y 9 de Julio, explicó cómo funciona la entrega: “Nos trajeron solo 200 unidades. El primer día tuvimos 2.000 y se vendieron todas. No sabemos cuándo volverán a traer. Se vende una por persona y solo es en efectivo porque rendimos cuenta de las ventas. Hoy tenemos tarjetas para vender”. Román y Teresa son de San Pablo y vienen a la capital cuando necesitan hacer algún trámite. “Tomamos El Provincial. Hoy por suerte vi las direcciones, elegí esta y justo hay tarjetas, tuvimos suerte”, contó Román. Teresa agregó: “No quisimos ir al Complejo Belgrano porque leímos que hubo problemas y mucha gente haciendo cola. Seguro había que esperar mucho tiempo, entonces preferimos venir a comprarla. Aparte tenemos los boletos de jubilados”.

La situación llevó incluso a la aparición de un mercado paralelo, con reventa a sobreprecio. Por eso, algunos locales decidieron limitar la cantidad por persona como medida de control.

Fabiana, que trabaja en el kiosco de 25 de Mayo y Santa Fe, comentó: “Ayer a la tarde nos trajeron 500 tarjetas para vender, ahora al mediodía ya me quedan solo 100. Dentro de una hora se acaban, seguro. Desde el lunes a la mañana no teníamos tarjetas y es tan sorpresivo cuando te las traen que no sabes cuándo habrá para poder informar bien a la gente”. Karina se encontraba en esa esquina: “Están vendiendo una por persona, pasaré más tarde a buscar otra porque en realidad necesito tres para mis hijos. Todos los días nos movilizamos en colectivo. Vivo en la Banda del Río Salí y nos trasladamos en el 123. Yo soy fonoaudióloga y veo pacientes a domicilio y tengo que movilizarme. El servicio es pésimo, no mejoró en nada y de repente cambiar las tarjetas… hacen lo que quieren y no piensan en el usuario”.

Agustina, empleada del Mac Kio en Santiago y Muñecas, contó que recibió 300 tarjetas en la mañana y al mediodía ya no quedaba ninguna: “Es tan sorpresivo cuando las traen que no sabemos cuando tendremos plásticos. Hay gente revendiéndolas, por eso ahora vendemos una por persona”.

Mientras tanto, en las paradas de colectivos, muchos adolescentes aún no entienden del todo qué está pasando. Ricardo y Gonzalo, de 16 años, esperaban el 118 rumbo a Yerba Buena con su tarjeta Metropolitana: “No voy a comprar otra tarjeta si tengo la Metropolitana. Deberían dejar una sola tarjeta para todo”.

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