Feria del Libro: Leila Guerriero ganó el premio de la crítica

“La llamada” cuenta la historia de una militante desaparecida en la ESMA.

PRESENTACIÓN. A sala llena la escritora recibió la distinción. PRESENTACIÓN. A sala llena la escritora recibió la distinción.
30 Abril 2025

“Siento que este premio le pertenece al libro, y lo recibo en su nombre, pero sobre todo en el de la protagonista, que se llama Silvia Labayru”, dijo Leila Guerriero.

La escritora, que obtuvo con “La llamada” el Premio de la Crítica al Mejor Libro Argentino de Creación Literaria edición 2024, contó que la protagonista fue una persona que fue secuestrada durante la dictadura militar, embarazada de cinco meses; era militante de Montoneros y fue detenida y estuvo secuestrada y desaparecida en la Escuela de Mecánica de la Armada desde diciembre de 1976 hasta junio de 1978, dio a luz a su hija Vera allí, dentro del centro clandestino. Y después, cuando fue liberada, siguió una vida que tuvo muchos sinsabores, pero tuvo también muchas luces.

La entrega del reconocimiento fue uno de los actos centrales de la Feria del Libro al comenzar la semana,

“Yo estoy muy contenta de que al libro le vaya bien, por supuesto. Ha sido algo bastante inesperado. Pero para mí la verdadera contabilidad es el llamado que tuvimos con Silvia Labayru después de que se publicó. Hablamos dos horas por teléfono y esa llamada para mí fue la paga principal. Silvia me dijo que se había sentido muy respetada e incluso por momentos se había reído mucho.

En nombre de la editorial también recibió un premio. Cuenta que a las dos semanas de publicado el libro en España -enero de 2024- tuvieron que encargar una reimpresión. Que ya lleva como 15. Y que ahora se está haciendo otra, de 20 mil ejemplares. El galardón consiste en $800.000 y una plaqueta distintiva de la editorial.

El relato

En el libro se narra que el 14 de marzo de 1977, la llevaron a la oficina de Jorge “Tigre” Acosta y él le dijo que se iban a comunicar con el padre de ella. “Señor Labayru, le quiero hablar de su hija”, empezó el represor. El padre de Laybaru, que se había hecho a la idea de que Silvia estaba muerta y que esa muerte era como consecuencia de su militancia, gritó: “¡Ustedes, montoneros hijos de puta, son los responsables morales de la muerte de mi hija! ¡Vengan que los voy a cagar a tiros, montoneros de mierda! ¡Soy anticomunista, antiperonista y antimontonero, hijos de puta, hijos de puta!”. Acosta colgó y la miró desconcertado. “¿Entonces tu padre es uno de los nuestros?”, le preguntó. El “Tigre” Acosta volvió a llamar y Silvia le dijo a su padre “estoy bien”.

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