Wayki “es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón”. Es la descripción del burro de “Platero y yo”, de Juan Ramón Jiménez, pero perfectamente podría aplicar a Wayki, la nueva mascota de la provincia. Tal vez con algunas modificaciones, porque, lejos de ser blanco como el algodón, Wayki es gris tapir.
El Ente Tucumán Turismo (ETT) presentó a Wayki, una tierna animación que representa al tapir, un animal autóctono que la provincia busca proteger. “En un contexto donde el turismo se transforma a gran velocidad, se hace imprescindible comunicar de manera más clara, atractiva y contemporánea”, explicaron desde el organismo.
La nueva figura para promocionar la provincia surgió en el marco de la creación de una nueva imagen pública a cargo de la división de Contenidos Gráficos y Audiovisual del Ente. La iniciativa “Tucumán Tiene Todo” fusiona los colores identitarios verde y naranja como parte de la identidad visual del ETT.
Wayki: el tapir mascota de la provincia
Las gráficas de la propuesta visual utiliza una visual que mezcla elementos característicos de la provincia. Así se busca revalorizar lo autóctono e instalarlo en el imaginario colectivo. Se usan en Wayki –y en las demás piezas gráficas– indumentaria, grabados y artesanías pertenecientes a las culturas precolombinas.
También se muestran montañas, edificios históricos y hasta el ave provincial, el Quetupí. “Esta nueva forma de mostrar la belleza de nuestra provincia genera un mayor impacto visual, ya que es una manera poco convencional de componer piezas de comunicación promocionales”, indicaron en el comunicado oficial del ETT.
Wayki es un tapir americano joven, especie autóctona del norte argentino y emblema de la fauna local. Según describieron desde el organismo provincial, “el tapir es un animal fuerte, tranquilo y en situación de vulnerabilidad, lo que lo convierte en un símbolo de identidad y conservación”.
El nuevo embajador digital de la provincia tiene por objetivo generar empatía en los visitantes. Su nombre proviene del quechua y significa “amigo” o “hermano” y funciona en consonancia con la estética que se eligió dar: un animal tierno, con una mirada cálida de familiaridad.
Además, fue vestido con un poncho tucumano que será el atuendo más tradicional con que aparezca. Pero el equipo gráfico diseñó también piezas como una remera verde con el logo de Tucumán, un casco para practicar deportes, un salvavidas para náutica y hasta vestimenta de época que se podrá ver en fechas patrias.