Comenzaron a surgir más datos del “Crimen de Chacabuco 59”

Un perito explicó que primero se escondió el cuerpo de Picciuto y días después se selló el lugar donde fue hallado su cuerpo.

Comenzaron a surgir más datos del “Crimen de Chacabuco 59”

La investigación del crimen de Gabriela Picciuto planteó múltiples interrogantes que mantuvieron expectantes a muchos tucumanos. Entre tantas dudas, los peritos del Equipo de Investigaciones Fiscales (ECIF) aportaron datos objetivos para intentar esclarecer qué ocurrió entre el 6 de marzo y el 12 de mayo de 2023 en la vivienda ubicada en la calle Chacabuco 59.

El 12 de mayo un albañil que realizaba remodelaciones en el inmueble encontró el cuerpo de Picciuto en el interior de una cisterna. Dos años después de haber iniciado la investigación, el titular de la Fiscalía de Homicidios II, Carlos Sale, enjuició por el crimen a Leonardo Salomón, la ex pareja de la víctima.

Durante las audiencias del debate oral expusieron ante el tribunal conformado por los jueces María Valeria Mibelli, Isabel de Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo, distintos peritos que se encargaron de practicar exámenes periciales para determinar la fecha estimada del fallecimiento de Gabriela, los motivos de su muerte y los vínculos entre los inquilinos de la propiedad y el entorno de la mujer.

Estudio arqueológico

Alejandro Leiva fue uno de los encargados de esta labor. El arqueólogo forense practicó los estudios entomológicos forense y tanatológicos sobre los restos de Picciuto. A partir del resultado de los exámenes, explicó que, desde la fecha del hallazgo del cuerpo, se podía estimar que la fecha de muerte era de dos meses. El defensor oficial Hernán Molina le consultó si se podía confirmar que la fecha de fallecimiento de Gabriela fue el 12 de marzo. “No puede confirmarse con exactitud, puede ser 10 días más o 10 días menos”, aclaró Leiva. Vale la pena recordar que la hija de la víctima declaró que la última vez que habló con ella fue el 9 de marzo.

El perito además realizó un examen ocular de la escena del crimen y dijo que a simple vista se notaba que había sido alterada. “Ella no estaba dentro de una cisterna. En la parte de arriba estaba la cisterna y por debajo el portacisterna, que es una estructura hueca en su interior, pintada de blanco y que en un principio tenía un orificio. En su interior había una bomba de agua para alimentar los tanques de agua. Allí se observó que había un hundimiento porque había dos ladrillos que habían sido puestos de manera horizontal y no vertical. No tan solo se tapó con los ladrillos sino que repintaron, y eso es una pintura fresca. Debajo había huellas de haragán, es decir que luego limpiaron para hacer un amañamiento de la escena”, declaró.

A partir de un análisis conjunto del estudio de los insectos que encontró en los restos de la víctima, de su contextura física y las condiciones en las que se encontraba el lugar donde estaba escondido el cuerpo, Leiva indicó que el cadáver no fue arrojado desde arriba sino metido desde abajo por un orificio para manejar la bomba de agua y que una sola persona podría haber realizado el trabajo. “En una primera instancia se produjo el homicidio, después se trasladó a la víctima y a la introducción del cuerpo al pozo y quedó expuesto. En el transcurso de tres días se comenzó a tapar el cadáver generando en ese microambiente un espacio de equilibrio ambiental que favoreció la momificación natural”, explicó.

Viaje del imputado

Otros peritos que colaboraron en la investigación fueron Luis Marcelo Sallas y Juan Gabriel Martínez. Los profesionales se abocaron a analizar el celular del imputado y a reconstruir su viaje hasta Córdoba.

Basándose en los informes telefónicos explicaron que, el 11 de marzo, alrededor de las 9.30 Salomón dio de alta una línea telefónica a su nombre y fue captado cerca de la calle Santa Fe al 2.100. Cerca de las 11 empezó a trasladarse por el interior de la provincia, pasando por Famaillá, García Fernández y Simoca hasta que a la tarde llegó a la ciudad de Frías, en Santiago del Estero. “Permaneció allí toda la noche hasta el día siguiente. El 12 al mediodía fue ubicado en Recreo, Catamarca. Estuvo allí toda la tarde y a la una de la mañana del 13 de marzo fue detectado cerca de la terminal de ómnibus de Córdoba”, informaron.

Una particularidad que mencionaron los peritos fue que el celular en el que Salomón colocó el chip nuevo, pertenecía a Picciuto. “Según un informe de la empresa telefónica el 21 de noviembre de 2022 la víctima usó su número de teléfono en ese dispositivo móvil. Este teléfono, antes de que lo use la víctima fue utilizado por Socci”, dijo Sallas.

Por último, rescataron un chat entre Salomón y un amigo agendado “Nano”: “Está re loca la flaca, es preferible irme antes que se ponga más violenta”, fue uno de los mensajes que intercambió.

Durante las próximas jornadas se espera que se presenten a declarar como testigos de la defensa Natalia Liberman (pareja de Socci), José Luis Fumero (ex pareja de la víctima), Sofía di Cianni (otra de las jóvenes que eran habitúes de la casa) y Luciana Marín (actuó como intermediaria en la venta de la vivienda).

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