CUMBRE EN CASA DE GOBIERNO. El gobernador Osvaldo Jaldo acompañará a la intendenta Rossana Chahla en varios actos durante esta semana.
Faltan seis meses para las elecciones parlamentarias, las que definirán la renovación de bancas en el Congreso nacional. Son los comicios de medio turno, los que plebiscitan cualquier gestión de gobierno. Osvaldo Jaldo tiene en su cabeza un tablero de ajedrez. Analiza cada movimiento que tiene que dar para lograr el objetivo: quedarse con las dos bancas que pondrá en juego el Partido Justicialista. Sabe que tres es una misión imposible en una disputa en la que la oposición está atomizada. Dos, uno y uno es el esquema de reparto de bancas que el oficialismo tucumano proyecta para los próximos comicios.
Para alcanzar ese resultado, el Partido Justicialista, el que responde a la Casa de Gobierno, tendrá que tener un piso de votos de entre 360.000 y 400.000, según el porcentaje de asistencia a las urnas que se obtenga el domingo 26 de octubre.
Después de unos días de descanso, el propio Jaldo aceitó los contactos con los principales referentes del oficialismo. Se reunió con el vicegobernador Miguel Acevedo, a quién le solicitó que siga acompañando las iniciativas del Poder Ejecutivo para avanzar con la ejecución de obras públicas. Paralelamente, le pidió al presidente de la Legislatura que refuerce su rol de nexo con los legisladores de las distintas bancas. El mandatario cerró la semana con un encuentro con la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla. La charla fue tan extensa como intensa, y ambos aclararon los “ruidos” que existían en la relación.
De ese encuentro surgieron otras dos cuestiones. Por un lado, en la semana que arranca habrá un encuentro de los miembros de los gabinetes provincial y municipal para coordinar acciones y aplicar soluciones complementarias a problemas comunes, que hacen a la imagen de la gestión. Por otro, el gobernador le confirmó a Chahla que abrirá el primer encuentro del Consejo Federal de Intendentes que se hará en esta ciudad entre el viernes y el sábado próximos. Hasta ahora, la jefa municipal recibió la confirmación de una veintena de jurisdicciones. Entre otros, llegarán el de Rosario, Pablo Javkin, y el de ciudad de Córdoba, Daniel Passerini. Con el correr de los días se confirmarán más nombres o si enviarán a sus respectivos secretarios de Gobierno. La movida no está relacionada con la Federación Argentina de Municipios (FAM), que en la actualidad es presidido por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
Con Acevedo y con Chahla como escoltas, Jaldo se encamina hacia una campaña cuya meta será exponerse, política y electoralmente, ante la sociedad, en el primer tiempo de su mandato. De esa manera, a la vez, supera los fantasmas de una interna que, hasta ahora, no se vislumbra en el distrito Tucumán del PJ. El legislador Javier Noguera tiene pretensiones de pelear por una banca en la Cámara Baja de la mano de varios referentes vinculados con el actual senador y ex gobernador Juan Manzur. El jaldismo, no obstante, cree que el sector antimileista puede ocasionar una pérdida de sufragios para la estructura oficial, de la mano de la actual titular del PJ nacional, Cristina Fernández de Kirchner, que ya anticipó el apoyo hacia el ex intendente taficeño.
¿Cómo se definirá la lista de candidatos a diputados por el peronismo local? En la sede del Ejecutivo no dejan de repetir que el gran elector sigue siendo Jaldo, más allá de que Manzur presida aún el partido. “Como también se plebiscita la gestión, qué mejor candidato que el propio Jaldo para encabezar la nómina de postulantes”, sugieren en su entorno. Los antecedentes al respecto son varios. Por ejemplo, cuando el actual secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, tuvo que salir a ponerse a la cabeza de la lista de diputados de Buenos Aires, en 2009, siendo entonces gobernador del principal distrito electoral del país.
Claro está que Jaldo se expone a las críticas sobre las candidaturas testimoniales. Y allí surge otra respuesta más política que jurídica: “si Jaldo ha sido testimonial de José Alperovich y luego de Juan Manzur, ¿por qué no serlo de su propia administración de Gobierno?”, argumentan los jaldistas.
Esa es la primera hipótesis del tablero justicialista. Pero, ¿sin o se da esa posibilidad? La respuesta oficial en este caso pasa por la elecciones de hombres y mujeres muy cercanos al mandatario, aunque esa selección no implicará modificaciones estructurales en la línea de conducción del Poder Ejecutivo. Si Jaldo es candidato, la actual diputada Gladys Medina asoma como segunda en la nómina. A ella le quedan todavía más de dos años de mandato parlamentario, pero en ese movimiento trabejista ingresaría otro alfil del jaldismo: Elia Fernández de Mansilla, a quien sí se le vence el mandato de diputada en diciembre.
A una de las torres de defensa jaldista también se le vence el mandato: al actual presidente del bloque Independencia, Agustín “Tin” Fernández. Al actual diputado se le abren dos caminos: ingresar en la nómina oficialista, esperando que quede vacante un espacio o bien incorporarse al gabinete provincial. A propósito, son varios los ministros que sonaban como potenciales candidatos. Tres de ellos han sido prácticamente descartados. Se trata de Darío Monteros (Interior), que está trabajando como jefe de campaña del jaldismo, de Eugenio Agüero Gamboa (Seguridad), de quien Jaldo está satisfecho con la tarea realizada y que, según sus expresiones, se evidenciaron en las estadísticas del área, y de Daniel Abad (Economía y Producción), quien durante el primer año de mandato ha revertido el cuadro fiscal, contribuyendo a que 2024 Tucumán sea una de las provincias con mejor superávit financiero de la Argentina, con motosierra propia. Independientemente de ese esquema, habrá algunos “tapaditos” que podrían sumarse a la oferta electoral.
Las otras piezas
Las piezas del ajedrez tucumano también son de otro color. La disputa está dada en la potencial candidatura de Lisandro Catalán desde La Libertad Avanza, y de Roberto Sánchez, cabeza visible de los radicales sin peluca. Ayer se conoció que CREO tendrá su propio postulante, Sebastián Murga, y que Ricardo Bussi pretende ser la propuesta desde Fuerza Republicana. Esta diáspora opositora facilita la tarea a la Casa de Gobierno.
No obstante, Jaldo sabe que deberá cuidar las formas con la Casa Rosada. El discurso de campaña se acomodará a la relación de un presidente libertario como Javier Milei y de un gobernador dialoguista del peronismo, como Jaldo. El propio mandatario ha dicho en reiteradas oportunidades que, más allá de las diferencias partidarias, a él le importa más Tucumán que la crítica vacía. Así, los discurso de campaña tendrán anestesia.









