Mi amiga Silvana me mandó esta imagen de los zapatos de nuestro sumo Pontífice, que no dicen nada, pero lo dicen todo, del inigualable orgullo argentino y personalidad notable del mundo, como fue en vida nuestro Papa Francisco. Él, con la simplicidad y humildad de su actuar en grandes situaciones de la propia Iglesia o de países en guerra, no dudaba en inmiscuirse, poniéndose como prenda de paz con un catolicismo activo y participativo. Fue tan bueno que en vida los perdonó a sus enemigos, que lo insultaron y agraviaron en su propio país; los mismos que hipócritamente se fotografiaron sonrientes y tuvieron el tupé de concurrir a su funeral; así lo recibieron en Roma: “No son bienvenidos: repudio a la visita de Javier Milei y su gabinete al funeral del Papa Francisco“...No existe rincón en este mundo que no se haya conmovido con tan grande pérdida .Con esos negros y gastados zapatos pasó firme y tranquilo y lo veremos a nuestro santo de los pobres en cada lugar donde haya un olvidado, desprotegido o necesitado. Dios no ha de permitir que se detengan jamás esos zapatos para enseñarles a los que vienen y vendrán detrás nuestro, que la grandeza está en la sencillez. ¡Honor y Gloria a nuestro Papa Francisco, héroe mundial, y gracias por ser argentino.
Francisco Amable Díaz
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