El Aston Villa de Emiliano Martínez llegaba como favorito, pero terminó siendo arrollado por un Crystal Palace ordenado, contundente y decidido a hacer historia. Fue 3-0 en Wembley y pase a la final de la FA Cup para el equipo del sur de Londres, que irá por su primer título oficial el próximo 17 de mayo.
La semifinal arrancó con calma. Unai Emery y Oliver Glasner parecían haber sellado un pacto de no agresión: ritmo bajo, pocas presiones y arqueros tranquilos durante los primeros minutos. Recién a los 23 llegó el primer remate al arco, y cinco minutos después, el Palace avisó con un gol de Mateta que fue anulado por falta previa.
Pero las "Águilas" insistieron y encontraron el premio: Pau Torres falló en un despeje, Ismaïla Sarr recuperó y asistió a Eberechi Eze, que desde la medialuna clavó un derechazo inatajable para el "Dibu". Con el 1-0, el partido cambió de energía.
Aston Villa intentó reaccionar, pero se topó con un Dean Henderson en gran nivel. Y cuando parecía que el empate podía llegar, el Palace tuvo un penal a favor tras una infracción a Eze. Mateta se hizo cargo, pero lo estrelló en el palo. Pudo haber sido un punto de inflexión, pero no lo fue.
Cinco minutos más tarde, Sarr encontró un hueco entre los centrales y sacó un remate cruzado para el 2-0. Los de Emery quedaron desbordados, sin claridad ni respuestas, y el Palace se sintió cada vez más cómodo con el plan. En tiempo agregado, un robo en mitad de cancha terminó en asistencia de Nketiah y definición de Sarr ante un "Dibu" sin respaldo. Fue el 3-0 y el cierre perfecto para una noche inolvidable.
Aston Villa acumula así su segunda gran frustración del mes, tras quedar eliminado por PSG en la Champions. Ahora deberá enfocarse en la Premier League, donde pelea por entrar a competencias europeas. Crystal Palace, en cambio, jugará su tercera final de FA Cup, y sueña con sacarse la espina de 1990 y 2016. Esta vez, con una generación que parece lista para entrar en la historia.