“Yo los caso aquí y ahora”: la emotiva boda que Francisco celebró a 10.000 metros de altura

En medio de su histórica visita a Chile, Francisco protagonizó un gesto que resumió su estilo pastoral único: casó a una pareja de tripulantes en pleno vuelo. Hoy, con su partida física, esta historia vuelve a emocionar al mundo.

“Yo los caso aquí y ahora”: la emotiva boda que Francisco celebró a 10.000 metros de altura “Yo los caso aquí y ahora”: la emotiva boda que Francisco celebró a 10.000 metros de altura
24 Abril 2025

La muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril de 2025 trajo una oleada de recuerdos, imágenes y anécdotas que pintan de cuerpo entero a quien fue, sin dudas, el argentino más influyente de todos los tiempos. En medio de ese repaso colectivo, hay una historia que volvió a tomar vuelo: el día que Jorge Bergoglio casó a una pareja a 10.000 metros de altura.

La escena ocurrió en enero de 2018, durante su visita a Chile. Mientras volaban hacia la ciudad de Iquique, el piloto Carlos Ciuffardi se animó a acercarse al Papa. A su lado estaba Paula, su compañera de vida y también tripulante de cabina. Carlos le pidió al Pontífice una bendición para su unión civil. Pero lo que recibió fue mucho más.

"¿Vos sabés quién soy yo?"

“Estábamos casados por civil, pero no por iglesia. Cuando se lo dije, me miró con esa mezcla de humor y firmeza tan suya y me dijo: ‘¡Me estás dando una bofetada en la cara! ¿Cómo se te ocurre?’”, recordó Ciuffardi en una entrevista en la televisión española.

Entonces, le contó al Papa que habían planeado casarse por Iglesia el 27 de febrero de 2010, pero el devastador terremoto que sacudió a Chile ese día destruyó la parroquia donde se celebraría la boda y frustró la ceremonia. “No lo hicimos después. Me enojé con Dios”, confesó el piloto.

“Yo los caso aquí y ahora”: la emotiva boda que Francisco celebró a 10.000 metros de altura

Francisco lo escuchó en silencio, con esa mirada profunda que sabía abrazar. Y entonces, con la serenidad que lo caracterizaba, le respondió algo que Carlos nunca olvidaría:

“¿Vos sabés quién soy yo? No soy el enviado de Dios. Soy el guardián del Espíritu Santo en la Tierra. Si viniste acá, con tu esposa, a contarme esta historia, es porque el Espíritu Santo los trajo. Así que si se quieren casar, yo los caso aquí y ahora”.

El piloto, conmovido y un poco desconcertado, le preguntó si eso era posible. Y ahí, entre sonrisas, asomó el porteño entrañable que nunca dejó de ser. “Che, yo soy el papa. Puedo casar a quien quiera y donde quiera. Así que los caso ahora y punto”.

Y así fue. Con la tripulación como testigos, en una ceremonia breve pero llena de emoción, Francisco bendijo la unión de Carlos y Paula a bordo del avión papal. No hubo catedral ni coro. Solo la certeza de que lo sagrado puede ocurrir en cualquier lugar cuando el amor y la fe se cruzan.

La pareja continúa unida, y cada vez que recuerdan ese día en el cielo, saben que vivieron algo irrepetible. Porque como dijo él, con una sonrisa cómplice: “El que se quiere casar, se casa. Y yo los caso donde sea”.


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