El hombre logró sobrevivir con el Corazón Artificial Total BiVACOR.
Como si de una película de ciencia ficción se tratase, un hombre logró sobrevivir con un corazón no humano por un tiempo récord. El paciente australiano se convirtió en un testimonio de la revolución médica al pasar 100 días con este órgano artificial que reemplazó por completo su función cardíaca.
Las personas pueden prescindir de algunos órganos. Si nos quitan el apéndice, uno de los dos riñones o la vesícula, nuestro cuerpo seguiría funcionando. Pero el corazón jamás entraría en esa lista, o al menos eso es lo que creíamos, ya que desde el Hospital St Vincent de Sídney celebraron el pasado noviembre la instalación de la primera bomba artificial que mantuvo vivo a un hombre por un tiempo insospechado.
Un tiempo récord con una bomba inventada
Los médicos del centro médico australiano instalaron el "Corazón Artificial Total BiVACOR" en un hombre de 40 años oriundo de Nuevo Gales que padecía insuficiencia cardíaca grave. Si bien no fue el primer ser humano en recibir la tecnología, sí fue el único en vivir con ella el tiempo suficiente para recibir el alta hospitalaria: más de 100 días. El implante actuó como puente a un trasplante de corazón convencional, que el hombre recibió a principios de marzo.
Los cinco pacientes anteriores al hombre de Nuevo Gales, todos en EE. UU., solo recibieron el implante durante un breve periodo antes de recibir transplantes de corazón, tan corto que nunca recibieron el alta hospitalaria. Por lo tanto, el alta de este último y sus más de 100 días de supervivencia son logros récord. Según sus médicos, se está recuperando satisfactoriamente del trasplante de corazón realizado a principios de este mes.
Hoy en día existen implantes que pueden realizar algunas de las funciones de un corazón enfermo, al menos temporalmente. Pero el corazón BiVACOR, inventado por el ingeniero biomédico australiano Daniel Timms, está diseñado para asumir por completo las numerosas funciones críticas del corazón. Está destinado a personas con insuficiencia cardíaca terminal y está equipado con una batería externa recargable que se conecta al corazón mediante un cable. La batería solo dura cuatro horas, aunque los desarrolladores esperan que las futuras versiones puedan incorporar un cargador inalámbrico más práctico, indicaron desde el medio especializado Gizmodo.
Un reemplazo para siempre
"Hemos trabajado para este momento durante años y estamos enormemente orgullosos de haber sido el primer equipo en Australia en llevar a cabo este procedimiento", dijo Paul Jansz, cirujano cardiotorácico y de trasplantes de St Vincent's, a The Guardian.
Aunque el corazón BiVACOR se está probando actualmente como tratamiento para prolongar la supervivencia de los pacientes hasta que puedan obtener un donante de corazón, Timms y sus colegas esperan que el dispositivo se convierta en un reemplazo duradero del corazón y una alternativa adecuada al trasplante. Es un objetivo difícil de alcanzar, dado que los pacientes viven una media de 12 a 13 años tras recibir un donante. Pero por ahora, los avances iniciales son ciertamente alentadores. Se espera que más pacientes reciban sus propios implantes este año gracias a un programa dirigido por investigadores de la Universidad de Monash en Australia.








