
El sol entregaba su último esfuerzo de alumbramiento, porque le urgía esconderse detrás del cerro Muñoz. Y ese tenue anochecer de verano en Tafí del Valle regalaría una visita inesperada, casi mágica. Sigilosa, entre los pastizales y las flores naranjas de los largos cohetes, apareció una zorrita dentro de un terreno pedregoso y habitado por veraneantes. Se sentía dueña de lo que pisaba, conocía ese trayecto que ya llevaba su marca, su paso diario. De repente nos vio, trepó a una pirca y paró su paso para observarnos. Nos dirigió una especie de ladrido. Quiénes son, qué hacen acá, son preguntas que podrían haberse escuchado. Y se marchó. Pero ese no fue nuestro último encuentro; luego nos mostró su cría y, más tarde, su compañero, y de esa manera pudimos vernos cotidianamente ese enero.
Cada vez es más común encontrarse con este tipo de mamíferos, poco usuales para el ojo humano, en la villa veraniega de Tucumán. Sucede que hemos avanzado sobre su territorio y sus depredadores (como el puma) se han alejado a las zonas de más altura. Y así hemos llegado a forjar una especie de convivencia. Sofía Nanni, Dra. en Ciencias Biológicas, investigadora de Conicet en el Instituto de Ecología Regional y docente de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, nos ofrece una radiografía del zorro gris que habita en los valles, para que no le tengamos miedo, para entender que ellos ya estaban allí y para que podamos lograr convivir de la manera más armónica ambas partes.
¿Cuál es el tipo de zorro que se ve en los valles?
Los zorros que se ven en las zonas de los valles son zorritos grises, cuyo nombre cientifico es Lycalopex gymnocercus. Allí y también a mayor altura se distribuye otra especie de zorro, el zorro colorado, pero suele ser más difícil de ver y más asociado a ambientes de mayor altura. Los zorros grises son usualmente la especie de mamífero mediano de mayor abundancia en la mayoría de los ambientes de Argentina, y suelen tolerar muy bien los ambientes modificados y habitados por humanos. Por eso es común verlos. Está ampliamente distribuido en casi todo el país.
¿Cuáles son sus hábitos?
El zorro gris es un carnívoro nativo muy adaptable, pero prefiere los ambientes naturales abiertos como pastizales y matorrales, por eso es frecuente verlo en zonas como Tafí del Valle. Tiene hábitos mayormente nocturnos y crepusculares, aunque puede cambiar sus horarios de actividad según las condiciones del entorno, mostrando un comportamiento flexible que se conoce como "catemeral". Aunque puede sobrevivir en áreas modificadas, sigue siendo vulnerable a la modificación excesiva del ambiente, a los atropellamientos, a la cacería y a la presión de perros domésticos.
¿En dónde hacen sus refugios?
Durante el día, el zorro gris suele refugiarse en lugares tranquilos y bien cubiertos. Puede usar cuevas naturales, cavidades que excava él mismo o madrigueras abandonadas por otros animales, como peludos o mulitas. También se refugia entre pastizales altos, arbustales densos o bajo rocas y troncos caídos. En áreas más modificadas, a veces se adapta usando bordes de cultivos o sectores poco transitados cerca de estructuras humanas.
¿Cómo es su dieta?
El zorro gris tiene una dieta muy variada: se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, aves silvestres, insectos, frutas, huevos y carroña. Esta flexibilidad le permite adaptarse a distintos ambientes. Si bien en algunos casos puede llegar a atacar aves de corral, sobre todo si los animales domésticos están desprotegidos, no es su fuente principal de alimento. Estos casos pueden generar conflictos con pobladores rurales, que son importantes de considerar y mitigar para lograr una coexistencia saludable entre las personas, sus actividades y esta especie. Su rol como controlador de plagas, como roedores, y dispersor de semillas es muy valioso para los ecosistemas.
¿Cuántas crías tienen y cómo se desarrollan?
La hembra del zorro gris suele tener entre tres y cinco crías por camada, generalmente entre finales del invierno o la primavera. Nacen en madrigueras protegidas o refugios y dependen de la leche materna durante las primeras semanas. A medida que crecen, comienzan a explorar los alrededores y a alimentarse con lo que los adultos les traen, siendo el cuidado de estas mayormente materno. Cuando llega el otoño, los jóvenes suelen dispersarse para buscar su propio territorio.
¿Es un animal que está en peligro?
Dentro de la clasificación de los animales y plantas silvestres basada en su categoría de amenaza, está clasificado como preocupación menor. Sus poblaciones no se ven amenazadas, no están en disminución, y de hecho están aumentando en algunas partes.
Sin embargo, eso no significa que no haya que conservarlo, porque cumplen muchas funciones y roles ecológicos importantes.
¿Por qué se los ve más en ambientes urbanizados?
En San Miguel de Tucumán o en la parte más urbanizada de Yerba Buena ya va a ser muy difícil que veamos zorros grises, porque el nivel de transformación es muy alto y eso les impide tener refugio o alimento. Pero es una especie que tolera muy bien los ambientes con una transformación intermedia, como pueden ser los ambientes rurales. Y eso es por muchos motivos. Por un lado, porque son especies generalistas, que pueden utilizar una gama de recursos amplia y en estos ambientes transformados llegan a beneficiarse, por ejemplo, de restos de alimentos que se dejan en la basura. Por otra parte, es bastante interesante lo que pasa en estos ambientes algo transformados: los depredadores de mayor tamaño, como puede ser el puma, que se lo conoce como predadores tope, empieza a estar en menor abundancia o empieza a alejarse de estos ambientes. Y esos depredadores tope cumplen una función importante regulando la presencia y la actividad de los depredadores de menor tamaño, como pueden ser los zorros. Entonces, al no estar esos depredadores tope o al estar en baja abundancia, generan algo que se conoce como liberación de mesopredadores, generando un ambiente más apto para que esos zorros estén en cantidades más abundantes de las que estarían en ambientes menos transformados.
¿Qué hay que hacer si nos encontramos con estos zorritos?
Lo principal es no alimentarlos de manera directa, ya que son animales silvestres que tienen que consumir sus propios recursos. Obviamente no tienen que consumir alimentos procesados. Además, al alimentarlos, eso generará que se acostumbren a nosotros y se establezcan muy cerca de asentamientos humanos. Esto puede traer varios problemas. Por ejemplo, interacciones negativas con perros domésticos y transmisión de enfermedades tanto de los de estos animales a los perros o viceversa, de los animales domésticos a ellos.
Eso es muy importante, sobre todo para la gente que tiene casa en Tafi: deben controlar la basura, dónde la dejan, para evitar que los zorros vayan y busquen alimento ahí y empiecen a acostumbrarse.
TODOS QUIEREN UN ZORRITO DE FIELTRO
Liebres, burritos, ovejas, entre otros animales típicos de la región, suelen ver asiduamente Alejandro García Franco y Mariano Solís, una pareja de emprendedores que decidieron instalarse en Tafí del Valle por su belleza y grandeza. Así fue que un día cualquiera también se cruzaron con zorritos cerca de la casa donde viven, en el cerro El Pelao. “Desde ese momento solemos verlos de a uno o dos por la zona, investigando.Y de allí vino la idea también de poder verlo representado en una pieza de fieltro, para tener en ‘El Vigía Tienda’”, comenta García Franco, sobre su local ubicado en avenida Juan Calchaquí al 100. Por esa visita inesperada, le encargaron figuras de fieltro de este pequeño mamífero (y otros más) a la tejedora de El Churqui, Silvina Herrera. Desde entonces, se les van de las manos. “Queremos que queden como recuerdo o regalo, de uno de los animales típicos de la zona. De hecho en la tienda hacemos un poco hincapié en esto, vendiendo postales y láminas con ilustraciones de fauna y flora del NOA”, añade.