
Cansancio ocular, una afección de rápida solución.

Llegar al trabajo y usar la computadora, sentarse a leer o escribir un trabajo para la escuela o la facultad requiere de suma concentración, inhibiendo sentidos como la escucha, para no perdernos en ruidos externos y por otro lado activando nuestro sentido de la vista. Así trabajamos largas horas con ella, lo que muchas veces provoca que la vista se canse y realizar las tareas cueste mucho más. Sin embargo existen maneras de mitigar estas sensaciones de agotamiento en nuestros ojos.
La vista es de esos sentidos más apreciados. Nos permite fascinarnos con las imágenes que se atraviesan frente nuestro y experimentar solo con la vista emociones únicas. Por ello es importante preservarla, dedicarnos tiempo a cuidarla para que con el pasar del tiempo sus funciones no se desgasten y podamos disfrutar a pleno de admirar paisajes, observar a nuestros seres queridos, ver películas y guardar en la memoria recuerdos inmejorables.
Fatiga ocular: el cansancio que genera trabajar largas horas
La fatiga ocular es una afección frecuente que se produce cuando los ojos se cansan debido al uso intenso de la vista como. Puede estar causada por largas horas frente a pantallas de dispositivos digitales; leer ininterrumpidamente; conducir largas distancias; exponerse a la luz intensa; estresarse o fatigarse; hacer esfuerzo cuando hay luz muy tenue entre otros motivos.
Pero esta molestia ocular no comprende ninguna alarma. El cansancio o la fatiga no es una afección grave y desaparece cuando damos lugar a nuestros ojos a descansar o tomamos medidas para reducir estas molestias. Para ello, el blog español Oftalvist sugiere una serie de diez ejercicios sencillos muy sencillos y efectivos para reducir los malestares oculares luego de largas jornadas de estudio o trabajo.
Las 10 maneras efectivas de reducir el cansancio ocular
1. Parpadear. Cada 3 o 4 minutos se produce ese movimiento involuntario que llamamos parpadeo. Su función es lubricar el ojo y expulsar agentes nocivos que hay en el ambiente. Si hemos tenido la vista fija ante un libro o pantalla, nuestros ojos se secan. Por eso se sugiere parpadear voluntariamente cinco veces seguidas, cerrando los ojos cada vez durante 3 segundos. O podés mover los ojos de manera circular mientras parpadeas y respiras por la nariz.
2. Descansar los ojos. Una vez por hora interrumpí el trabajo o la lectura durante 5 a 10 minutos. Realizá en ese lapso cualquier otra actividad que te obligue a mirar a lo lejos. Mirá el cielo, el techo o el ambiente. También podés cerrar los ojos y apoyar las palmas de las manos en una superficie plana.
3. Presión suave en los ojos. Si tocás ligeramente tus ojos cerrados con la yema de los dedos activás la producción natural de lágrimas que hidratan el ojo.
4. Movimiento ocular. Para ejercitar el nervio óptico, girá el ojo hacia derecha e izquierda tres o cuatro veces y luego realizá tres o cuatro movimientos circulares. De esta manera estarás dándole una función fortalecedora diferente, ya que por lo general miramos de frente.
5. Masajes. Con los ojos cerrados, presioná con las yemas del pulgar la órbita ocular, el hueso debajo de la ceja partiendo desde la nariz hacia la cien, con movimientos circulares.
6. Acomodación y enfoque. Colocá el dedo índice de la mano derecha a la altura del ojo y a la distancia del codo. Poné el índice de la mano izquierda 15 centímetros detrás del índice derecho. Mirá alternativamente uno y otro durante un minuto.
7. Abrir y cerrar los ojos. Poné la cabeza recta y relajá los párpados. Abrí y cerrá los ojos 20 veces para relajar los músculos de la cara e hidratar los ojos.
8. Mirar el horizonte. Sentate con la espalda recta e intentá mirar el punto más lejano posible para relajar el nervio óptico.
9. Girar la cabeza. Mientras mirás en dirección hacia el techo o el cielo con los ojos cerrados, girá la cabeza de manera circular de derecha a izquierda durante 3 minutos. Este ejercicio ayuda a relajar la vista cuando está cansada. Al terminar mojate la cara con agua fría.
10. Si tenés astigmatismo. Leé un párrafo con letra pequeña y luego observá un objeto de cerca. Hacelo hasta que la vista se canse para liberar la presión que produce el astigmatismo.







