Por Mariana Apud y Benjamín Papaterra 09 Marzo 2025
El aeropuerto Benjamín Matienzo ocupa un rol protagónico en la organización del Moto GP en Termas de Río Hondo. La estación tucumana se convierte en el punto de llegada para que los gigantescos aviones Boeing 747-400F y 777F despachen el cargamento de la organización de la máxima competición de motociclismo, que realizará la segunda fecha del torneo entre el 14 y el 16 de marzo. El miércoles pasado, la provincia recibió las primeras aeronaves pertenecientes a las empresas Cargaloux y Qatar Airways, que partieron desde Bangkok, Tailandia, sitio en el que se realizó la primera fecha del campeonato. Pero, ¿cuál es el motivo por el que estos vehículos deciden bajar en Tucumán en vez de utilizar el aeropuerto de Las Termas?
El tucumano Javier Glasberg, de 36 años, es comandante de un Boeing 747-400 en sus variantes BCF (Boeing Converted Freighter o Boeing transformado en carguero) y ERF (Extended Range Freighter o carguero de alcance extendido). Ambos modelos son utilizados por la organización del Moto GP para trasladar los cargamentos de la competencia a lo largo de todo el mundo. El piloto explica que el principal motivo por el que este tipo de aviones descienden en Tucumán es por la longitud de la pista, que es de 3.500 metros; por lo que es la tercera más larga del país. Las medidas fueron el resultado de una serie de remodelaciones que se realizaron en 2017, en pos de beneficiar la exportación de limones y de arándanos.
El PCN, o Pavement Classification Number (Número de Clasificación de Pavimentos), es una de las medidas que los pilotos consideran a la hora de aterrizar estas naves en los diferentes aeropuertos del mundo. La medida, según Glasberg, responde a si la plataforma puede soportar el peso del avión.
“Es una clasificación numérica que indica la resistencia de la estructura del pavimento para determinar el peso máximo de las aeronaves que pueden descender sin dañarla”, explicó el piloto.
El aeropuerto Benjamín Matienzo, asimismo, ofrece la posibilidad de que estos “gigantes” tengan la posibilidad de despegar con el tanque repleto de combustible, lo que les permite realizar distancias de 9.200 kilómetros.
Otro motivo a considerar es que las estaciones aéreas deben tener las herramientas de handling (el conjunto de servicios de asistencia que se brindan a las aeronaves y pasajeros en un aeropuerto) necesarias para la operación de carga y descarga como escaleras, montacargas, cintas, generadores externos de energía, entre otros.
“Dispone de iluminación LED y aproximaciones de vuelo por instrumentos que cumplen con estándares de tecnología internacional, lo que la convierte en una gran opción para operar este tipo de aeronaves de gran porte”, consideró Glasberg.
Sebastián Gottardi, piloto del Aeroclub de Tucumán, añadió que la pista cuenta con la rugosidad necesaria para que la aeronave tenga un mejor agarre en condiciones de viejo cruzado o frenado.
“También tiene pequeñas canaletas separadas por centímetros para el óptimo escurrimiento del agua, y en caso de lluvia se reduce el riesgo de aquaplaning, que es un fenómeno que se produce cuando los aviones se desplazan en superficies con charcos y que complica la dirección de la nave”, dijo.
En octubre de 2013, Tucumán recibió el primer Boeing 747 Jumbo de la empresa Atlas Air. En esa ocasión, la aeronave vino a buscar arándanos y la autobomba de los bomberos recibió al avión con el tradicional bautismo de agua al ser la primera vez que visitaba la provincia.
“Es inigualable”
A lo largo de su carrera, Glasberg piloteó otras naves como el Boeing 737 Next Generation y el Airbus A320, aunque asegura que el Boeing 747 tiene un sentido especial para los fanáticos de la aeronáutica.
“Tiene cierta mística por su belleza y gran tamaño. Además cuenta características de vuelos increíbles y unas capacidades inigualables. Es una máquina inigualable”, opinó.
Según el tucumano, el avión está diseñado para transportar grandes volúmenes de carga con una capacidad máxima que ronda entre 112 y 124 toneladas, y puede recorrer 9200 kilómetros sin repostar.
El Boeing 747 tiene una longitud aproximada de 70 metros y una envergadura de alrededor 68 metros. La estructura, según detalla Glasberg, fue reforzada para soportar cargas pesadas y tiene una puerta principal en el radomo, o “nariz del avión”, lo que le permite una carga no convencional.
También se equipa cuatro motores turbofan de alta eficiencia que le brindan la potencia necesaria para operar con cargas máximas y en diversas condiciones climáticas, lo que le permite un rendimiento óptimo en relación al consumo de combustible.
El Moto GP, asimismo, es un espectáculo que no se restringe a lo que sucederá dentro del autódromo de Termas de Río Hondo, sino que también incluye a los fanáticos de la aviación y a Tucumán.
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